No podemos poner la mano en el fuego. Los percances en los últimos meses se han sucedido sin pausa. No obstante, si no ocurre nada extraño, este sábado Tamara Falcó e Íñigo Onieva sellarán su amor dando el “sí, quiero” ante los ojos de Dios. La pareja contraerá matrimonio en una ceremonia que se celebrará en El Rincón, el castillo que  la Marquesa heredó de su padre, Carlos Falcó.

Será una fiesta multitudinaria a la que asistirán 400 invitados. Aunque pueda parecer una cifra alta, lo cierto es que la pareja ha tenido que hacer recortes en la lista. Y no será el único evento en torno a la boda. Este viernes se celebra una fiesta previa a la que acudirán 200 personas. Se presupone que aquí han recortado a los contactos de la madre de la novia, Isabel Preysler, y se han quedado con los amigos jóvenes de la pareja.

Mario Vargas Llosa ya hizo su regalo de bodas a Tamara Falcó

Una de las personas que no estará en ninguna de las dos fiestas es Mario Vargas Llosa. Y no por el Covid-19. El escritor estaba invitado en septiembre, cuando se anunció la boda en primera instancia. Pero rompió con Isabel a finales del año pasado, con lo que sería muy extraño que hiciera acto de presencia.

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler
Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler

No obstante, el Premio Nobel ya ha hecho su regalo de bodas. En realidad lo hizo hace meses. Poco después de su ruptura con Isabel. Un obsequio que no es material, pero que agradecerán profundamente. Sobre todo la Preysler.

Dicho regalo consiste en que no escribirá nada de lo que vivió en ‘Villa Meona’. Ello podría arruinar a madre e hija. Tamara e Isabel ya lo saben, pues el mensaje fue entregado hace meses mediante terceros. Sin duda, el mejor regalo para Tamara y, sobre todo, para su madre, a quien no le gusta que aireen sus trapos sucios. La reina de corazones sabe que no ha  y suficiente con serlo, también debe parecerlo. Y esto último no sería posible si Vargas  Llosa empieza a airear sus vergüenzas.