En el vibrante corazón de Madrid, donde la cultura y la vida social se entrelazan, un escándalo ha captado la atención de los medios y del público: la relación entre la icónica Isabel Preysler y el autor de grandes éxitos literarios Mario Vargas Llosa. Este romance, que ha sido objeto de admiración y especulación, se vio envuelto en una controversia inesperada cuando decidieron acabar su relación. Aunque eso no fue todo, pues, desde entonces, han salido a la luz grandes detalles como el ahorro de un millón de euros anuales que se puede permitir el escritor tras haber finalizado este romance. 

Isabel Preysler, conocida por su elegancia y carisma, ha sido una figura prominente en la sociedad española durante décadas. Su vida ha estado marcada por relaciones con personalidades influyentes y su papel como embajadora de la moda. Por otro lado, Mario Vargas Llosa, ganador del Premio Nobel de Literatura, es un referente en el mundo literario, conocido por su aguda crítica social y su prosa cautivadora. Al principio fue toda una sorpresa saber que dos personas de mundos separados tuvieran una atracción tan fulminante. 

Y es que el peruano dejó a la que había sido su mujer por décadas y se concentró en la socialité. Lastimosamente, después de 8 años juntos, se separaron y cada uno retomó sus costumbres. Decían que esta ruptura estuvo influenciada por el control que él ejercía en la relación, así como la incompatibilidad de caracteres. Sin embargo, esta vez queremos discutir el hecho de que Vargas Llosa debía gastar hasta 1 millón de euros al año en este noviazgo. 

¿Por qué Isabel Preysler le exigía cantidades exorbitantes de dinero a Mario Vargas Llosa? 

Todo surge en la biografía autorizada de la reina de corazones, escrita por Paloma Barrientos. En dicha publicación, se hace mención a que Vargas Llosa le transfería 80 mil euros cada mes a Preysler para vivir en su mansión. Una cifra que al año debía rondar cerca del millón de euros, lo que sienta muchas preguntas sobre cómo eran realmente los acuerdos de su relación. “Mario Vargas Llosa daba mucho dinero, y además es algo normal para mantener esa casa”, decía la periodista al respecto.

Si bien es cierto que la propiedad está ubicada en uno de los sectores más selectos de Madrid, la cifra asciende a cantidades exorbitantes solo por su mantenimiento. A medida que el escándalo se desarrolla, los señalados mantienen una postura reservada. En entrevistas recientes, han evitado abordar directamente los temas relacionados con estos años que vivieron juntos, prefiriendo centrarse en sus proyectos profesionales. Esta estrategia ha generado aún más interés, dejando a los seguidores ansiosos por conocer más sobre lo que realmente ocurrió.


En conclusión, sí se puede decir que desde que Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler no están juntos, sus cuentas corrientes han tenido un gran respiro. No hay desembolsos tan cuantiosos por concepto de convivencia en pareja. Eso sí, si hay un aspecto que siempre ha definido a la madre de Enrique Iglesias es que despierta interés y, por lo tanto, tiene gran liquidez para llevar sus gastos por sí misma.