El interminable culebrón que rodea la vida de Antonio David Flores, Rocío Carrasco y Rocío Flores no descansa jamás. Cuando crees que lo has perdido de vista vuelve repentinamente con una noticia que sacude la opinión pública durante unas horas, unos días o unas semanas, dependiendo de la trascendencia de los hechos. Últimamente la vida sentimental del exguardia civil es la que acapara más interés, más morbo y más críticas. La revista 'Lecturas' ha vuelto a hacer diana, y van dos, revelando qué pasa en su hogar en Málaga, donde vivía con Olga Moreno. Ya saben, la madre de su hija Lola y que también se hace cargo de David Flores, hijo de Rociíto. Sí, vivían. Porque ya no es así. Después de que la publicación le reventara el secreto de que se había separado de Moreno, la versión oficial decía que seguían compartiendo el domicilio y que podría haber reconciliación a la vista porque "somos una familia unida". Lo debieron pensar todos menos Antonio David, que va por libre. Tiene novia (una que ya sonaba desde hacía mucho tiempo) y se ha marchado a vivir con ella.
Una novia que es reportera en un programa muy famoso de Telecinco, precisamente el que tiene contratada a su hija Rocío: el de Ana Rosa Quintana. Es Marta Riesco, que ha acabado por confirmar lo que publica en exclusiva la revista que más quebraderos de cabeza está provocando a Antonio David desde hace tiempo. Que ambos habían tenido algo más que amistad había quedado reflejado en unas imágenes en una discoteca muy junitos. Hace mucho de eso: piensen que A.D. todavía se paseaba por 'Sálvame' sin imaginar que le estaban preparando a escondidas el documental de su exmujer, en el que relataba episodios de violencia de género. En aquel momento no pasó de allí, porque tampoco interesaba quemarlo del todo, tenía que asarse lentamente. Ahora, sin embargo, la situación es otra. Y Riesco está en el ajo.
Tan metida que no desmintió nunca que tuviera algo con Flores el pasado mes de octubre. Ahora bien, hacía una petición contundente: quería mantenerse al margen y no hablar de su vida privada, así como que la juzgaran sólo como periodista. Incluso Ana Rosa Quintana, la jefa, leyó un comunicado defendiéndola. Todo en orden. El problema es que parece que Marta no fue sincera con gente de su entorno profesional, incluso negando la relación a colaboradores. Había gente enfadada con ella en el programa al salir la portada con Antonio David. Y hoy ha tenido que ir a trabajar, por primera vez en su vida, no como reportera, sino como personaje rosa. Y no será la última. Una escena brutal en la que ha hecho una promesa: "Nunca iré a un reality". De hecho el programa entero ha sido de traca: han tenido a Marta, la confirmación de Antonio David, la hija llorando en plató y Moreno entrando por teléfono. Un show.
Tiene gracia la cosa, pero Riesco no quiere convertirse en una friki de Telecinco. Y decimos gracia porque es de eso de lo que se alimenta profesionalmente, vaya. Ponerse en la primera línea de esta historia ya sabemos cómo acaba. Y es haciendo un fuego en medio de una tormenta en el Caribe o en albornoz en Guadalix de la Sierra. Es lo que opina, por ejemplo, un crítico de televisión de renombre como Borja Terán, colaborador de Julia Otero, que la hunde: "En marzo en Supervivientes". No le dan ni un mes. Pero puede estar contenta, porque lo que dice Terán es de lo más bonito que encontrará en las redes. Le llueven palos.
Marta Riesco, Alexia Rivas... las reporteras de Telecinco no son de este planeta.