Marta Riesco es una reportera de 'El Programa de Ana Rosa' que ha dado el salto del periodismo rosa al estrellat a toda pastilla. La confirmación oficial de su romance con Antonio David Flores ha provocado un terremoto en Telecinco y, por lo tanto, en sus contenidos. El culebrón, a pesar de ser un spin off de películas que ya hemos visto, tiene de todo. Los mismos ingredientes que salieron en el documental de Rocío Carrasco, pero ahora con una nueva protagonista. Marta, una trabajadora de la casa que ha ido subiendo en el mundillo después de años de trabajo con los VIPS. Dice que no quiere ser famosa y pide que la juzguen por su trabajo. Está muy bien. El problema es que a medida que pasan los días el chiringuito parece desmontarse.
Telecinco es una jungla en términos del cuore. Tienes que ser muy astuto y tener mucha suerte para evitar que te destripen una relación sentimental entre compañeros. Y si además hablamos de Antonio David y la mujer por la que ha dejado a Olga Moreno, la misión es imposible. Riesco, quien por cierto ya hacía tiempo había mostrado afecto en una discoteca al exguardia civil, contaba con buenos padrinos para detenerle los golpes, los ataques o las venganzas que pudieran llegar. 'El Programa de Ana Rosa', donde hace de informadora, salió a defenderla cuando todo el mundo la señalaba como causa de la separación del matrimonio. Una protección que estaría desaprovechando y está a punto de perder.
Joaquín Prat es el amo de la barraca del Club Social, el espacio rosa del programa, y por lo tanto un reproche suyo no es el de un tertuliano corriente. Es uno de los jefes, y cuando tira de la oreja hace daño de verdad. Él fue el que la entrevistó hace unos días cuando confirmaba la relación y hacía aquella petición sobre su privacidad y carrera. A lo largo de estos días la cosa se ha ido torciendo en su puesto de trabajo, y el problema es que han perdido la confianza en ella. Parece ser que Riesco en vez de matar el tema hace otra cosa. Y crece, como el interés mediático sobre ella. La antítesis de no querer fama. No podía ser más explícito sobre Riesco: "Algunos no cuentan todo delante de las cámaras y sí hablan por los pasillos".
Seguro que la mujer no vio venir el sopapo en público del presentador del programa que le paga el sueldo. Quizás ha influido que Prat no hablara de forma genérica, sino que le ha puesto nombre y apellido a la destinataria que todos pensábamos, pero que él no había identificado. "Le digo a Marta: es mejor que lo cuentes todo a que lo cuentes por los pasillos, porque algunos no queremos saber estas cosas y no las contamos, pero hay otros que igual sí las cuentan. ¿A qué jugamos?". La advertencia es clara.
Antonio David es persona non grata en Telecinco. Marta tendría que ir con cuidado, porque un resbalón podría pasarle factura.