Instagram de los anónimos: colgar fotos de paisajes. Instagram de los famosos: negocio y caja. Célebre es la tarifa que cobra Paula Echevarría para anunciar cosméticos o lo que toque en su red social: cinco mil euros. Quien hace primer curso de echevarrismo es otra actriz e it girl catalana: Marta Torné. También sale en Velvet, la serie, y aprende a promocionar productos como Paula pero sin el don de la oportunidad. En plena crisis del taxi por la competencia con plataformas de coches como Uber o Cabify es la única famosa que ha aceptado anunciarlas. Quien no se arriesga no pilla, y Torné ha pillado.
Hastag patrocinado, anuncio de podéis conseguir 150 euros y un coche donde dice "Hola Marta". Los taxistas en las redes no la saludan con tanta efusividad:
- serg_bull Vaya vergüenza que promocionas en esta banda de ladrones...mucho té tienen que dar para hacer publicidad en una app que quiere destruir a miles de familias y que quiere privatizar un sector
- miriamespinal Vaya decepción.... otra famosilla más que apoya la competencia desleal, y que prefiere que la riqueza que se genera en este país salga fuera...
- cris.gannicus Vaya puñalada, se me ha caído un mito
- anuskijon Quizás no se el momento de promocionar esta compañía...
- eric135is@marta_torne #adiosmarta ya me suponía que una divina de la muerte también evadía impuestos
- estables_dani #adiosmartita
- angel_mm88T e has lucido uno que te deja de seguir, lo que te hace falta Tb es que lo que ganes de velvet lo declares en Andorra
Torné se ha visado obligada a responder pero no ha convencido demasiado: "Me encanta que todo el mundo pueda dar su opinión con libertad. Pero debo decir, ante tanto mensaje y tanta crítica, que yo solamente estoy dando a conocer una promoción de Cabify. Nada más. No entro en otros temas. No es mi intención, ni mi responsabilidad. Muchas gracias. Besos y amor para todos". Cada uno es responsable de lo que hace. Marta Torné ya fue noticia cuando promocionó una empresa de belleza mostrando las nalgas.
La responsabilidad es como el culo: todo el mundo tiene la suya.