Una de las imágenes más conmovedoras del 1 de octubre del 2017, de las muchas que todavía resuenan en la memoria de los catalanes, es, sin duda, lo que se vio en la escuela Pau Claris de Barcelona. Agentes de la Policía Nacional entrando para llevarse las urnas, pasan por encima de mucha gente que resistía en las puertas y en las escaleras, llegan hasta una de las mujeres que formaba parte de una de las mesas, Marta Torrecillas, y la agreden. La cogen y la estiran de la ropa para tirarla escalas abajo, mientras, según su propio testimonio, le hacían tocamientos en los pechos y reían, a la hora que le rompían los dedos de una mano.
No fue la única que aquel día vio y vivió escenas dantescas en las escaleras de aquella escuela. Había muchas más personas allí, algunas, señoras de avanzada edad asustadas e incrédulas por lo que estaba pasando.
Han pasado dos años desde aquel día que nunca podremos olvidar. Por eso, son muchos los que se han emocionado con el reencuentro de la agredida con una de las abuelas que también estaban en la escuela. Lo explica la misma Torrecillas, que ha hecho remover sentimientos en muchos que le han respondido en la red:
Me he encontrado a una señora. Me dice:
— Marta Torrecillas ���� (@Martonaxi) December 12, 2019
¿A Marta te recuerdas de mí?
Soy una de las abuelas a quienes nos protegías a Pau Claris. Me cogiste y llevaste|trajiste a un rincón, apartándome de un PN.
Justo después te tiraron. No me atreví a moverme a judar-te, estaba asustada. Nos hemos abrazado.
Que fuerte...yo todavía veo las imágenes del primero de octubre y no puedo evitar emocionarme. Somos un pueblo collunut, ahora esperamos que nuestros políticos estén a la altura. Un abrazo!!!
— Albert Salip (@AlbertSalip) December 12, 2019
Que tendre! ❤️✊
— Bernat Pujol i Boira ���� (@Natpujolboira) December 13, 2019
Llágrimes als ulls
— MercèIlla (@illa_merce) December 13, 2019
Commou...
— Nria Or. (@NriaOriol) December 13, 2019
😘 Que maco que t'hagi reconegut
— Mònica (@MonicaCC3) December 12, 2019
"Estaba asustada, nos hemos abrazado", le dijo la abuela. Una frase que comparte la gran mayoría de los que salieron a la calle aquel día y que nunca dejará de sobrecoger.