El archivo audiovisual de TVE es, verdaderamente, la crónica de un país. Una televisión pública que, especialmente durante la larguísima dictadura, contribuía notablemente a la España en blanco y negro que algunos nostálgicos querrían recuperar. Eso sí, su videoteca no sólo guarda reliquias de los adeptos al régimen. También de sus detractores. Es el caso de un programa llamado "La gente quiere saber", un espacio dirigido por el recientemente desaparecido Chicho Ibáñez Serrador, y que consistía en una entrevista a un personaje famoso realizada por una veintena de ciudadanos anónimos. El germen del "Tengo una pregunta para usted", para entendernos. La primera persona que pasó por el programa, concretamente por el piloto, fue la cantante Massiel, que nunca se ha caracterizado por morderse la lengua. De hecho, habló con tanta ligereza que el programa fue directamente al cajón del olvido. Pero no por malo, sino por la vehemencia de la artista: "Soy antinazi porque no soy fascista"

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Así respondía Massiel a la sesgada pregunta de uno de los improvisados periodistas, que recordaba unas palabras de la cantante sobre su antinazismo. "¿Ha leído usted el Mein Kampf?". La respuesta, llena de sarcasmo: "¿De Adolf Hitler? Pues cuando era muy pequeñita, pero porque soy muy cotilla". La sonrisa de los allí presentes empezaba a dibujarse. "¿Es porque eres hebrea?". "No, es porque no soy fascista". La respuesta arrancó los aplausos del público, cosa que todavía irritaría más a los censores de la cadena.

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No fue la única respuesta sorprendente de Massiel, que llama la atención por hablar de esta manera en las postrimerías de uno de los periodos más oscuros de la historia española. Corría el año 1972, no nos olvidemos, y la del La, La, La tampoco se cortó a la hora de hablar del papel de las mujeres. El presentador, José María Íñigodaba la palabra a una mujer "que todavía no ha dicho nada". La señora le preguntó, ruborizada:  "¿Crees que una mujer solo se puede realizar con un hombre en todos sus aspectos, en el ámbito del matrimonio?" La reacción de Massiel, oro puro: "¿Si se tiene que casar para realizarse? Hija mía, qué tristeza. Anda, que si fuera así qué iba a ser de mí"

El episodio censurado ha vuelto, 47 años después, a la primera línea de la opinión pública. Y desgraciadamente, porque da la impresión de que hoy en día nadie se atrevería a plantar cara al establishment en su propia casa.