Masterchef ha vuelto con la gala más loca de esta edición. Ya hace semanas que los famosos lo dan todo para preparar los mejores platos posibles, pero son las peleas entre ellos las protagonistas una semana más.

Todo empezaba con un gran reto, una prueba dividida en tres fases eliminatorias con el huevo como ingrediente principal. Los concursantes tenían que preparar un huevo poché y una tortilla francesa. Dos recetas fáciles a simple vista, con una gran exigencia por parte del jurado. José Corbacho y Silvia Abril, quién volvió a las cocinas después de ser repescada la semana pasada, llegaron a la fase final: quien cocinara la mejor tortilla de patatas se llevaría el delantal dorado.

Silvia se estrenó por la puerta grande, consiguiendo la inmunidad durante todo el programa.

Y de aquí, en Alicante. En la prueba de exteriores de esta semana cocinaron todos juntos, sin dividirse por equipos como acostumbran a hacer. Silvia Abril fue la capitana, pero eso se acabó convirtiendo en toda una pesadilla para ella.

El reto era cocinar una ensalada de ventresca, arroz a banda, arroz meloso y toña alicantina para 50 comensales. La prueba era de lo más complicada al tener sólo 100 minutos para prepararlo, y la mala organización que tuvieron hundió a la capitana. Silvia Abril lloró desconsoladamente al ver cómo se les iba de las manos. Y el jurado la envió directamente a la prueba de eliminación.

Las elaboraciones finales acabaron estando deliciosas, pero no convencieron al jurado. Los dos ganadores fueron José Corbacho y Patricia Montero, llevándose el premio la actriz.

La pelea de la jornada la protagonizaron, de nuevo, Bibiana Fernández y Anabel Alonso. Desde el principio del concurso que no se han acabado de llevar muy bien, y semana tras semana son sus discusiones las más sonadas. En esta ocasión todo vino con la decisión del jurado de enviar Bibiana a jugarse su continuidad. No se lo tomó nada bien, y no dudó en culpar a Anabel de haberla molestado durante toda la prueba.

Llegaba la prueba final, donde Saúl, Bibiana y Juan Betancourt se enfrentaban para no ser los expulsados. Hubo tiempo, por eso, de un momento musical, con los salvados interpretando un tema compuesto por ellos.

Con los ojos cerrados, tuvieron que seleccionar 15 ingredientes para cocinar el plato que quisieran. Y sorprendentemente, demostraron un alto nivel culinario con unas elaboraciones muy profesionales. Los tres miembros del jurado los felicitaron, pero uno de ellos tenía que abandonar.

El modelo Juan Betancourt tuvo un pequeño problema con el bacalao, siendo el peor de todos los platos presentados. Con eso se convirtió en el último expulsado, lo que emocionó a sus compañeros.

La gala tuvo momentos de todo, siguiendo mejorando los concursantes una semana más. Así como la audiencia, subiendo y haciendo récord al llegar por primera vez a los 3 millones de teleespectadors, con un 24,4% de share.