Masterchef Celebrity continúa en buena forma en su cuarta temporada. Líder incontestable las noches del miércoles en España, con un excelente 19,5%. Pero algunos espectadores consideran que se les está yendo de las manos la voluntad de hacer show y reality por encima de enseñar las virtudes o carencias culinarias de los concursantes. De acuerdo que es parte del secreto del éxito, las pullitas y comentarios sotto voce sobre los compañeros o directamente las discusiones subidas de tono a la cara, pero a veces las celebrities pierden el norte de vista y derrapan.
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Es lo que ha pasado en el tercer programa de esta nueva edición. La prueba de exteriores acostumbra a ser foco de mal rollo y tensión, especialmente porque allí compiten los famosos en dos equipos confrontados, el azul y el rojo. Y aunque no se llegó a la sangre, dos concursantes con un fuerte carácter provocaron vergüenza ajena con su actitud. No sólo delante de los espectadores, sino también, y lo que es peor, ante los comensales de la prueba, niños pequeños que fueron testigos de una pelea de gallos o una lucha de barro entre fogones.
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El cantante de los 'Mojinos Escocíos', 'El Sevilla', y Vicky Martín Berrocal, como el resto de concursantes, cocinaron y sirvieron las comidas en una escuela y los guionistas del programa les hicieron hacer una cosa habitual: reproducir una especie de mercado donde los cocineros tenían que destacar las virtudes de su género para que los comensales los escogieran a ellos en detrimento del equipo rival. Los azules, cocinando pescado, y los rojos, albóndigas. El Sevilla empieza a vender su pescado, nunca mejor dicho, y Berrocal a decir pestes ("Está horrible, parece de hospital"). Respuesta: "Y las albóndigas están hechas con mierda de vaca". Un Sevilla hiperventilado acusando de mala compañera a Berrocal, "juega sucio. Estos son los niños y ésta, la bruja del cuento. Una cosa es jugar y otra ser tan mala persona". ¿Y los niños? Asustados. Unas niñas le confiesan a la chef Samantha Vallejo-Nájera por qué no habían escogido el pescado: "Había un señor que nos daba miedo". Míralo cliqueando en la foto:
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Una tirantez que no tendrá continuidad a la espera de la repesca: el Sevilla hizo las maletas y Berrocal se ha quedado sin su némesis.