Tras la emoción y del buen rollo, vuelve la realidad a 'Masterchef'. Una semana después de echar a José María y de romper el corazón de los espectadores, ya empieza a despuntar la concursante insoportable de esta edición: una gallega que se llama Ofelia y a la que no aguanta nadie. No es Saray ni mucho menos, pero la cosa promete: tiene hasta las narices al resto de concursantes. Ahora bien, este hecho es una minucia si lo comparamos con otra tradición del programa: el humor sin gracia y ofensivo. Si en la edición de 'Celebrities' Florentino Fernández se coronó con su parodia de los homosexuales, ahora ha sido otro humorista y exparticipante del programa el que causa vergüenza por sus chistes totalmente fuera de lugar. Afortunadamente, su paso ha sido efímero, sólo como invitado del jurado: hablamos de El Monaguillo, que se ha cubierto de gloria con un comentario de tufo racista a la aspirante Jiaping.
El andaluz es colaborador habitual de Pablo Motos en 'El Hormiguero'. No queremos acusar a nadie, pero quizás así se explica mejor el porqué de su incorrección, por una parte, y de su falta absoluta de gracia, por otra. Durante la primera prueba, en la que los participantes tenían que cocinar a partir de un surtido de harinas y leches vegetales no muy comunes, Sergio Fernández Meléndez (su nombre real) dejó su firma personal: alguna gracieta machista, un par de bromas muy manidas y la guinda final: el chiste a la concursante china: "Hola. ¿Eres china? A lo mejor te haces pasar por china. Llevas muchísimo tiempo haciéndolo y te ha 'cuajao'...". Arévalo estará orgulloso oyendo este tipo de humor tan cañí. Eso sí, a Jiaping le hizo tanta gracia como que le pisaran un callo. Y se lo hizo saber, con elegancia y una cara de asco de campeonato: "No se nota, pero sí lo soy". La despedida fue mejor: "adiós, para siempre. Adiós". Donde tampoco lo aplaudieron fue en las redes, siempre vehementes. "Qué ascazo" resume bastante bien el sentir general.
Puedes ver este momento haciendo click en el vídeo (minuto 10:20):
Gays, razas, machismo... este el supuesto programa más blanco de la cadena pública. Retrata a una España muy moderna, sí, pero con una peste en naftalina que asusta. Normal que Jordi Cruz confiese que votaría a Ayuso. Todo se pega.