Uno de los programas más esperados por los espectadores ya está aquí. Después de la edición junior, los fogones de Masterchef vuelven a abrir para recibir a un grupo de aspirantes anónimos que aspiran a ser el nuevo ganador del talent culinario de TVE, y seducir con sus platos al jurado, que como siempre, forman Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nájera y Pepe Rodríguez.
La nueva edición de uno de los programas más exitosos de la cadena ha empezado con mucha adrenalina, muchas dosis de intensidad y buen humor, mucha emoción y un grupo de aspirantes que ya han generado una riada de comentarios. El público ya hace sus quinielas y escoge a sus favoritos de esta novena edición del concurso. Pero sin duda, donde sí hay unanimidad es al considerar al joven José María, de 18 años, como el concursante que más ha conmovido a los espectadores en este primer programa.
Es de Badajoz y en su presentación ya ha dejado claro que "A mí siempre me han dicho que con la vida que he tenido es increíble la madurez con la que afronto las cosas y la felicidad con la que las asumo. Si te caes, tienes que levantarte”. ¿A qué se refiere cuándo dice eso? Al drama de vida que le ha tocado vivir con tan pocos años. El joven explica una historia terrible, que dejó K.O. al mismo jurado: "Yo me he criado con mi abuela porque a mi padre no lo conozco y mi madre es toxicómana. Yo cocino para mí porque ya no vivo con mi abuela porque tiene alzheimer, yo estoy estudiando en Badajoz y no puede cuidarla. Tenía una hermana pequeña, pero se me murió con 9 meses en un accidente de tráfico".
José María promete ser uno de los concursantes que más emocionarán a la audiencia. Quien, en cambio, también explicó una confesión familiar, fue Ofelia. Una confesión un pelín diferente. La concursante reconoció que su padre le puso los cuernos a su madre. ¿Con quién? Ella misma daba más detalles...
Veremos cómo les va. Y cómo lo hace la catalana Meri Rodas. Es de Barcelona, tiene 24 años, es fisioterapeuta y estudiante de Medicina, que siempre ha tenido como referentes a sus padres. Él, por cierto, Gil Rodas, empezó a ser jugador de hockey y actualmente trabaja ni más ni menos que en el Barça, siendo uno de los responsables médicos del club.
EN TVE han vuelto a ponerle sabor a la vida.