Hay un periodista barcelonés del diario de Pedro J. Ramírez que representa la mezquindad ultra más abyecta. No decimos catalán porque sería una ofensa contra Catalunya. La independentista, la catalanista e incluso, la unionista moderada. Él no entra en ninguno de los tres grupos. Él come aparte. Es Cristian Campos, autor de otras tonterías catalanófobas, que acaba de reventar el detector de fachas con un tuit digno de la dictadura franquista, si es que la momia y sus secuaces hubieran conocido las redes sociales. Bien, no sólo catalanófobas, también escupe su odio y desprecio contra el vasco y el gallego. Lo ha perpetrado haciendo de palmero de Arcadi Espada, un insulto andante que se "atreve" incluso contra menores y familias con Síndrome de Down, que firma una columna de pago en 'El Mundo' en la que dispara contra las lenguas cooficiales del estado español: "Un idioma necesitado de respiración asistida -gramatical o social- es un idioma del que no vale la pena ocuparse." Las excrecencias de Espada son el terreno idóneo para Campos y su odio irrespetuoso para revolcarse feliz, añadiendo su granito de arena sucia y maloliente: "Hay que dejar morir al gallego y al catalán (y al vasco, la más absurda de las tres lenguas)."
Campos ofrece sus razones, dignas de la taberna más oscura, facha y ultra: "Primero, por inútiles. Segundo, por caras. Tercero, por débiles. El día que desaparezcan nos habremos quitado un problema de encima." Lo imaginamos pulsando el botón de enviar a su teléfono móvil u ordenador, mientras aprieta el vientre en el lavabo de la redacción de 'El Español', o en la casa del mencionado junta letras: Un sectario acomplejado de manual, un supremacista de pandereta, un ignorante maleducado y un macarra de cuarta. La red no se puede creer como se puede condensar tanta maldad y bilis en tres líneas.
Felicidades, 'compañero'. Te ha faltado eso de 'habla en cristiano', raparte la cabeza e ir de cacería con los de Plaça Artós. Con Arcadi hacéis un tándem excepcional. Que no te extrañe si la gente se tapa la nariz cuando caminas por la calle. Ah, y por mucho odio que salga de tus intestinos contra las lenguas de las naciones sin estado de la península, no lo conseguirás nunca. Visca el català, gora euskera, longa vida para o galego!