No es habitual ver a un exministro haciendo de presentador en las TV controladas por el PSOE. Acabada su fallida experiencia en el matinal de TVE lo repesca  Punt, la TV de la Generalitat valenciana. Empieza un programa de 4 horas diarias, Bona vesprada, de las 16:30 en las 20:30. No será barato. La audiencia del primer día ha sido floja, un 2,9%. Así habla catalán:

La noticia del ex de Ana Rosa es que presenta hablando un correcto catalán, o valenciano. Pero lo más cínico es que después de renegar de su nombre catalán, se hizo llamar Máximo. En twitter es Máximo y en la TV valenciana vuelve a ser Màxim:

Máximo Huerta, À Punt

Reveló en Cuatro, poco después de dimitir de ministro por irregularidades fiscales, que "En este tiempo convulso, el lugar de aterrizaje ha sido mi familia y mis amigos. Y en mi familia, mis facturas, mis billetes de tren... me llaman Máximo. Desde que murió mi padre llevaba tiempo queriendo firmar así". Pero en la nueva TV de Ximo Puig, en lugar del infame Canal 9 de Eduardo Zaplana, utilizan el valenciano todos los presentadores.

Máximo Huerta y su debut valenciano, À Punt

El programa es más que correcto. Elude la TV valenciana burda del pasado y ejerce de servicio público. Queda antiguo pero digno. Sobre la polémica del nombre, cada uno puede ponerse y cambiarse el nombre que quiera, pero el juego de cambios según el momento se hace extraño. Mònica López es Mónica en TVE. Ramon Pellicer era Ramón en TVE. Y Máximo es Màxim según quien pague.