Ha sido un repentino golpe de viento que ha estado a punto de desmontar "el chiringuito" de Ana Rosa Quintana. Breve, intenso, inesperado. Los toldos, las sillas, las plantas y los farolillos volando por los aires. Todo hecho un "cristo", vaya. La culpa de este fenómeno "meteorológico" en el plató de Telecinco no ha sido ni el cambio climático, ni una puerta mal cerrada. No. Ha sido cosa de la periodista Mayka Navarro, responsable de una ventolera que en Catalunya se le llama juicio, libertad y dignidad. ¿Qué ha hecho, la de La Vanguardia? Atreverse a censurar a la Eurocámara por impedir el acceso a Carles Puigdemont y Toni Comín, diputados electos el 26-M. "¿Por qué?" se preguntaba Navarro, recordando el millón de votos que les avalan como miembros del Parlamento Europeo.

Mayka Navarro y cia Telecinco

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La estupefacción en la mesa del programa ha sido total. "Mayka, ¿tú también, hija mía?". Los colaboradores y la propia presentadora han salido en tromba. Que si "¡son huídos de España!", que si "España es garantista" o, atención, que si "los padres de la Constitución" no previeron la aparición de los demonios indepes. "Los padres de la Constitución no se hubieran imaginado que resolveríamos nuestros problemas por la vía judicial y no por la política", ha respondido Navarro. ¡Booooooom!. "No creo que creyeran que se le puedan pedir 30 años a Junqueras". ¡Doble booooooooom! "¿Escuchan eso? Es el silencio de Ana Rosa". Un silencio roto, en pequeñas dosis, por algunos seguidores indignados por la herejía.

Mayka Navarro Telecinco

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Que nadie se asuste. Aunque Mayka (que además de haber recuperado la moto robada, ha devuelto momentámente la objetividad sobre Catalunya) se hubiera desviado del discurso oficial Anarosista, el del corazón dividido entre sus tres amores (PP, Cs y VOX), la presentadora ha sido hábil para evitar que la hemorragia amenazara con un colapso total. El remedio, hablar con Jaume Collboni para seguir haciendo campaña anti-ERC y presionando a Colau con el fin de que acepte el pacto con el diablo que le ofrece Valls/Cs. Y de paso, esperar que los espectadores del programa se hubieran ido en masa al lavabo para evitar el adoctrinamiento de la que consideraban como "uno de los nuestros". Qué susto. 'Pa' habernos matao'