La periodista catalana Mayka Navarro ha dejado una muestra bastante clara sobre cuál es su postura sobre la situación de los presos políticos que esperan sentencia por el juicio del 1-O. Lo ha hecho en las redes sociales, metiéndose de lleno en la disputa entre el director de opinión de El Mundo, Jorge Bustos (que sufre de urticaria anticatalana) y Antonio Maestre, de La Marea, uno de los portavoces más beligerantes de la izquierda mediática, que discutían sobre el show de Arrimadas y Cs en el Orgullo utilizando el nuevo hit de la derecha patria y rancia: Acusar al ministro Marlaska de instigar "el odio" que sufrieron los naranjitos, nada sospechosos de "montar pollos". Así atacaba Bustos y le contestaba Maestre.

@eslamananadefjl

@_antoniomaestre_

"Dantesco. Terrible. Aterrador. Espeluznante." El cachondeo de Maestre, enemigo íntimo de personajes como Eduardo Inda, provocó la reacción de Navarro, con una frase corta, directa y llena de intención: "Sin duda, es rebelión". La periodista de sucesos vuelve a expresar públicamente su oposición a la situación de los presos, cosa que sorprende negativamente en su audiencia españolista de Telecinco. Y desnuda (si es que quedaba alguna cosa por tapar) las tramposas estrategias de los partidos que tratan como parias a los represaliados por el conflicto catalán, y que sirve también para atacar a otros rivales ideológicos: Los catalanes, los vascos, los LGTBIQ...

@maykita

 

@tuiterdepatates

Navarro ha "matado dos pájaros de un tiro" y se ha quedado bien tranquila diciéndole un par de verdades a los hiperexcitados: Los políticos (o lo que realmente sean Arrimadas y compañía) y los responsables de diarios de propaganda anticatalana como El Mundo.