Un digital españolista ha entrevistado a la actriz catalana Melani Olivares. Perdón, "súper catalana y tal". Son sus palabras exactas, que quede claro. Durante la conversación con el citado medio, famoso por acoger a los muertos vivientes de Ciudadanos y por entrevistar a supuestos azotes del soberanismo, se ha puesto el tema de su ideología sobre la mesa. Si es independentista, por resumir. Como es de Badalona y ha hecho trabajos en TV3, pues ea, vamos allá. Olivares se ha lanzado en plancha a la cuestión con un énfasis algo inquietante, la verdad. Tanto que se ha hecho un lío, no sabemos cómo es la proporción de fantasía y realidad. Todo es surrealista.
El entrevistador ha ido a la yugular, sin anestesia, a por todas. "¿Fuiste en algún momento independentista?" Ay, qué nervios. Olivares responde, haciendo muecas, que sí. Un sí enorme, convencido. De hecho lo reafirma: "¿Lo sentiste?" Respuesta: "Sí". Como si fuera una llamada divina, tú. Pero rebobinemos: habla en pasado. Es decir, en algún momento dejó de serlo. Algo se rompió. Claro, el Procés. Ha dejado tantas víctimas, tantas familias rotas, tantas... oh, no, wait. Aquí no hay procés que valga. Presten atención a lo que dice la actriz de 'Aída'.

Habla del independentismo como si fuera sobrepeso, alopecia o una calcomanía que se ha encontrado en un phoskitos, y lo despacha con el número 1 de los tópicos más manidos: "Se me fue cuando empecé a salir de Catalunya". ¡Ahhhhhh! 'El independentismo se cura viajando', no lo había dicho nadie antes. Tampoco lo ha demostrado nadie, ¿pero verdad que queda bien? Melani, hija, que hay españolistas recalcitrantes que viajan mucho como Hermann Terstsch o Álvaro Marichalar, y el tufo a rancio no se marcha ni fregándolo con salfumán. Bien. Continuemos, porque la cosa es de traca. Resulta que la confesión va más allá: no lo sabíamos, pero Melani fue la Kevin Roldán del movimiento indepe, el 'contigo empezó todo'. ¿Cuándo dejó de aspirar a la nación catalana? "Cuando tenía 16 años". Tiene 50 ahora, es decir, hace 34 años. En 1989. Ajá. "Empecé a viajar y empecé a ver y empecé a darme cuenta que me sentía súper catalana, como ahora, súper catalana y tal. Pero cuando me decían 'España', también había ahí algo de sangre". Risas enlatadas, perfavort.

Aunque se ha liberado del veneno indepe, como Laura Escanes, Olivares asegura que "ojalá puedan hacer un referéndum, y se pueda decidir de una forma sensata los que viven ahí qué quieren hacer, por lo menos". Al periodista que le hace las preguntas, claro, se le rompe algo interno. Las piezas no encajan. ¿Antiindepe y pro-referéndum? ¿Qué es esta aberración demoníaca? No es tan infrecuente, no obstante: Mercedes Milá opina más o menos lo mismo. El hombre la suelta: "Votarías que no, claro". Ah, pues mira, no lo tiene nada claro. El diálogo es sensacionalmente extraño: "Yo no vivo allí". Patapum pa'lante. El entrevistador ve venir la huida y le hace un bloqueo de fútbol americano: "Si vivieras allí". Olivares: "No lo sé. Porque de repente estaría allí". Ay, ay, ay. "De repente vería cuáles son los intereses que yo tendría en ese momento". Ay, criatura interesada. "Pero has dejado de ser indepe, ¿no?", le repregunta el pobre periodista. Atención al remate: "Es que tengo tres hijos que comen de Madrid". Quizás si le llega una oferta mejor, pues... abraza otra ideología. La que sea.
PURGATORIO | Melani Olivares (@MelaniOlivaresM): «Fui independentista, pero se me fue en cuanto empecé a salir de Cataluña».
— THE OBJECTIVE (@TheObjective_es) October 23, 2023
Por Carlos Padilla (@carlospadilla_3).
Puedes ver la entrevista completa aquí. 👇https://t.co/4zuamiaBC9 pic.twitter.com/jwxRf7Dyzi
En definitiva: que el silencio está infravalorado. Eso o que la Melani nos ha troleado a todos. De ser así, a sus pies, señora.