Lady Gaga, Cara Delevigne, Scout Willis... y ahora Melania Trump. El movimiento 'Free the nipple' (libera el pezón) ha encontrado en la mujer del reaccionario presidente de los Estados Unidos a su más inesperada aliada. Nacido con voluntad de plantar cara a la censura y las restrictivas normas de Instagram de no publicar imágenes donde se vean pechos femeninos, son muchas las celebrities que intentan burlar la red con imágenes sin sujetadores donde se las vea marcando pezones como medida de protesta. Y ahora la que han utilizado los seguidores de este movimiento ha sido una de la primera dama norteamericana.

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Melania y Donald celebraron, como el resto de compatriotas, su 4 de julio. El presidente, defensor de leyes conservadoras, se llenaba la boca en su discurso ante la nación con referencias militaristas, apelando al espíritu guerrero de los americanos. Pero los fotógrafos estaban más pendientes de su mujer. Melania escogió un outfit formado por un vestido blanco de Carolina Herrera, de 3.000 euros. Sin sujetadores. Empezó a lloviznar. Y una de las cosas que tiene el agua de la lluvia es que te empapa y se te queda la ropa mojada y enganchada al cuerpo. También a la mujer del hombre más poderoso del país.

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El vestido blanco dejó vislumbrar los pezones de Melania en una imagen que se ha hecho viral y que todavía ahora sigue comentándose en su país. Cómicos norteamericanos preguntándose si Trump sabe para qué sirven los sujetadores, otros invitándola a participar en un concurso de camisetas mojadas con grandes opciones de éxitos, y una mofa generalizada de punta a punta del país. En Eslovenia, país de nacimiento de la exmodelo, están desolados. Probablemente estén buscando a toda prisa al autor de la grotesca escultura que le han dedicado a Melania, tamaño natural, en la localidad de Rozno.

Muchos consideran la obra una especie de espantapájaros estrambótico, y pocos le ven semejanzas con su vecina más universal, aunque la hayan puesto vestida como iba en la toma de posesión del cargo su marido. Claro está, falta un pequeño detalle para que se la reconozca. Bien, dos pequeños detalles. Seguro que ya los están cincelando oportunamente.