El primer día de la era post Messi dejó una certeza: después del adiós traumático del argentino, el barcelonismo tiene un nuevo ídolo, Gerard Piqué.
Uno de los capitanes azulgranas, uno de los jugadores más carismáticos dentro y fuera el césped, el hombre que siempre que habla, se le entiende todo, un futbolista a quien todo le va a las mil maravillas, en el fútbol, en los negocios y en la vida, y que tiene la envidiable virtud de parecer que siempre que hace alguna cosa, cae de pie. Tal como recuerda el gran Sergi Pàmies, después del portero-jugador de los patios de escuela, después del jugador-entrenador de algunos equipos amateurs, el central catalán ha inventado un nuevo concepto, el jugador-presidente.
Por si todavía había alguien que no hubiera caído rendido a sus pies, su último gesto ha servido para ponérselos a todos en el bolsillo: ser el primero en rebajarse su sueldo para que el club de sus amores pudiera inscribir este fin de semana a los nuevos fichajes en las oficinas de la Liga, un Memphis Depay y un Eric Garcia que, dicho sea de paso, hicieron un partido excelente en el debut del Barça en el Camp Nou contra la Real Sociedad. El holandés, además de cuajar una actuación brillante, sirvió en bandeja el gol que abría la lata contra los vascos. Una falta perfecta que él centró para que rematara un compañero suyo de manera implacable al fondo en la red. ¿Quién? Justicia poética, evidentemente, el jugador que hizo posible que jugara ayer, gracias a su rebaja salarial, Gerard Piqué.
El central ya es el nuevo ídolo del barcelonismo después de que Messi se haya marchado a París. Por su gesto, por su gol, por como se besó el escudo después de marcar, por todo. Que se haga los selfies que le salgan del moño. Si quiere, que se haga uno cada día hasta el día que seguro, seguro, se convierta en el nuevo presidente del Barça cuando cuelgue las botas y cambie el césped por el palco. El Barça necesita nuevos ídolos después de quedar huérfano del mejor jugador de la historia, y Piqué tiene todos los boletos para tomarle el relevo.
Horas después de ver el debut en la Liga, quien ha escrito y publicado un mensaje y una explícita foto ha sido Shakira. La cantante colombiana ha colgado una imagen de su pareja, ídolo de masas, los brazos abiertos que tantas veces la han abrazado a ella y que ahora abrazan también a toda la afición. Pero lo más significativo de todo, más incluso que la imagen, es el texto que la acompaña. Unas palabras sentidas, llenas de ternura, amor y reconocimiento público a su amado, pero también una declaración de intenciones. Un aviso a navegantes donde se le entiende todo: "Muy orgullosa de ti. Tu equipo, tu club, así como nosotros, tu familia siempre contamos contigo cuando más te necesitamos!".
Miles de likes, entre ellos, uno curioso, el de la periodista y ex pareja de Íker Casillas, Sara Carbonero. Leo Messi y Antonella ya no están, se han marchado al PSG. Pero que los culés no se preocupen. Si a Humphrey Bogart siempre le quedará París, a los aficionados azulgranas siempre les quedará Gerard Piqué... Y Shakira.