Mónica Naranjo es una de las artistas más reconocidas del panorama nacional. La cantante lleva más de dos décadas de éxito sobre el escenario. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Si os hablamos de José Luis Gil seguro que le relacionaréis con el famoso actor de ‘Aquí no hay quien viva’ o ‘La que se avecina’ que interpretó a Juan Cuesta o a Enrique Pastor, respectivamente, pero hay otro más desconocido para el gran público.
Es un hombre que durante años ha estado siempre en la sombra, pero ahora ha decidido hablar. Con tan solo 17 años se introdujo en la industria discográfica española para cambiarla. Primero directivo de CBS, luego director de Hispavox. Pero especialmente ha sido un reconocido mánager, así como un gran descubridor de jóvenes promesas, desde la movida madrileña hasta la actualidad.
Raffaella Carrà, Miguel Bosé, José Luis Perales, Mónica Naranjo, Nacha Pop, Locomía, Ramoncín, Nacha pop, Radio Futura, Shakira, Alaska, Bibiana Fernández, Paloma San Basilio, Bertín Osborne, Pedro Marín, Raphael...Artistas y personajes que son conocidos para el gran público. Por fin ha roto su silencio y ha hablado para XL Semanal. Entre otros asuntos ha hablado de su experiencia como mánager de Mónica Naranjo. José Luis Gil reconoce la gran valía profesional de la cantante, no obstante considera que ha gestionado mal su fama y su carrera.
Mónica Naranjo nunca reconoció que José Luis Gil la ayudó a que su carrera fuese un éxito
Algunos de los artistas que han estado bajo sus órdenes han seguido su carrera con éxito, sin embargo Mónica Naranjo se equivocó al cambiar su personalidad de una forma en la que, piensa, afectó a su carrera. "Cuando la conocí, era una chica de pueblo de 18 años, sin un estilo definido que imitaba a Donna Summer", relató. "Triunfó y dejó de escuchar; empezó a hacer discos sin sentido para demostrar su poderío vocal -nada más odioso en discos de un artista - y se convirtió en una caricatura. Me dio lástima ver cómo se perdía una artista que podía haber sido la Streissand latina", comunicó.
Además, revela que la catalana tuvo un gran equipo al que no valoró lo suficiente durante su éxito. "Ella siempre dice que lo del pelo fue idea suya, pero no. Mónica buscaba una imagen diferencial y, para ayudarla, la llevé un día al peluquero Ruphert, que peinaba a la Jurado, a Naty Abascal...", aseguró.
"Le dijo: 'Veo dos personalidades en ti: una muy fuerte y otra romántica. Así que te veo de morena, pero también de rubia, ¿por qué no te fueron pones mitad y mitad?'. Y, aunque insegura, lo hizo. Se fue a casa y esta vez ensayó un mes ante el espejo hasta que me llamó: 'He decidido que esta será mi imagen, José Luis'. Así fue, pero nunca le ha dado crédito a Ruphert", sostuvo.
Mónica Naranjo nunca reconoció a José Luis Gil su faceta como impulsor y descubridor. Él mismo revela que muchos artistas son reacios a reconocer que les han ayudado. "También es cierto que a Mónica le costó mucho despegar. Cuando lanzamos su primer disco Los chicos en España, nadie en la radio lo quiso poner: 'Esta chica grita mucho', decían. ¡Paletos! Así que me la llevé a México, donde no se podían creer que en España la hubieran rechazado. En un año vendió un millón de discos y, al regresar, todo el rechazo anterior se convirtió en alabanzas. ¡Hay que joderse!", recordó indignado."
Parece que Mónica Naranjo y José Luis Gil no acabaron su relación de la mejor manera. "Nunca he terminado mal con nadie. Mónica se creyó que el éxito lo había logrado sola, que ya no necesitaba a nadie, y yo no quería discutir. Les pasó algo similar a Locomía, como se puede ver en este documental que han sacado ahora", sentenció.