Mercedes Milá empieza a ver la luz al final del túnel. Desde que en 2016 abandonó su trabajo al frente de Gran Hermano, es sabido que la presentadora lucha contra una depresión. El origen de la enfermedad es doble. Por una parte, la ruptura con su ex, el empresario Carlos Castillo, 16 años menor que ella. De la otra, la tensión acumulada y el gran volumen de trabajo de la última edición de GH que presentó. Ahora parece que, después de años de tratamiento psiquiátrico, poco a poco está saliendo adelante.

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En Instagram, la periodista barcelonesa muestra los avances de su recuperación: "“Estoy descubriendo el yoga, teatro en inglés... También he probado el swing. Mi profesor Gastón es maravilloso", explica. Mercedes Milá ocupa el tiempo con actividades que la ayudan a ser más feliz. Y está consiguiendo sobreponerse a la depresión: "Todo esto significa que estoy mejor, los que estáis en tratamiento sabéis las ganas que tenemos de quitarnos las pastillas los que hemos estado mal", asegura en un vídeo publicado en las historias de su perfil.

Atrás va quedando aquella Mercedes Milá que, aseguraba ella misma, pasaba los días en la cama sin dejar de llorar.