Fue uno de los acontecimientos extradeportivos más sonados del año 2017. El día 1 de julio de aquel año Leo Messi y Antonella Roccuzzo se casaban en Rosario, su ciudad natal, en compañía de 260 invitados. Una boda "de campanillas", con estrellas rutilantes como Neymar (que días después se marcharía del Barça), Carles Puyol, Xavi Hernández, Gerard Piqué o Luís Suárez. La prensa del corazón se murió de emoción con las fotografías del enlace, y nadie se imaginaba que detrás de los vestidos y looks más exclusivos, o de las sonrisas, abrazos y felicitaciones a la pareja, se escondía un personaje oscuro. Mezquino. Tacaño. Tan tacaño que la boda soñada por los novios no fue tal, sino lo que este protagonista mercadeó para conseguir una ganga. ¿De quién estaríamos hablando? Pues según el relato de Barbara Diez, la wedding planner número 1 en Argentina y que fue la primera opción de Leo y Antonella hasta que prescindieron de sus servicios, fue supuestamente Jorge Messi, el padre del crac.
"¿Qué pasó con la fiesta de Messi?" le preguntó la mítica periodista Mirtha Legrand, de 92 años (quien por cierto fue ingresada en el hospital por una complicación intestinal horas después de la entrevista). La mujer, esposa del gobernador de Buenos Aires y potencial sucesor de Mauricio Macri en la presidencia del país, se hizo la interesante: "Nunca hablé de esto". Exclusiva "al canto". "Estuvo muy bien, pero no era la boda que habíamos soñado con la novia. Fue linda, ni mejor ni peor, pero otra". Otra boda por la intervención de Messi padre, que "comenzó a involucrarse" y a tirar por el suelo el trabajo que el equipo de Diez ya había consensuado con la pareja. "Decidió hacer la boda dónde le daban gratuitamente el salón y la comida. Les ofrecieron hacer la boda de canje y me llamaron para decirme que prescindían de nuestro servicios". Vaya, que Jorge Messi escaseó para conseguir disminuir la factura del bodorrio.
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Unas palabras que en casa de Messi no han hecho nada de gracia, como es lógico, y que Antonella ha respondido tajantemente en las redes sociales. "Desmiento públicamente todo lo dicho por Bárbara Diez. Nuestra boda no fue por canje. Pagamos el 100% de los servicios". Además, asegura que los responsables de la desvinculación de Diez fueron ellos, y no su suegro.
La contundencia de Roccuzzo es total, y deja muy claro que nadie empañará el recuerdo del día más feliz de su vida: "Nuestra boda fue soñada. Hubiese preferido no tener que aclarar nada, y menos dos años después". La familia Messi, como siempre, todos a una.