Se acaban los elogios hacia Míchel y su flamante Girona. Bueno, se acaban no. Ya pueden ir sonando los elogios y que no se acaben. Porque lo que está consiguiendo este entrenador madrileño en el club catalán es de traca, histórico. Y más que lo puede ser. Acabe como acabe la temporada, sin embargo, lo que está consiguiendo el Girona es emocionante. Líder en solitario en la Liga española, el equipo más goleador (y uno de los más goleadores de Europa), el equipos que, SIN NINGÚN TIPO DE DISCUSIÓN, juega mejor del continente, es una delicia verlos tocar la pelota, ver cómo todo el mundo sabe a qué juega, ver cómo todos los jugadores interpretan magistralmente qué quiere su técnico. Y este domingo, la guinda del pastel: exhibición colosal del Girona en Montjuïc, goleando al Barça en su casa, victoria incontestable por 2 a 4, y por momentos, oyéndose algunos "¡Olé, olé!" cuando la tocaban los Tsygankov, Savinho, Dovbyk, Aleix García, Miguel Gutiérrez y compañía.

El golpe encima de la mesa del conjunto entrenado por Míchel fue épico. El entrenador madrileño ya enamoró a los gerundenses y los catalanes con su adaptación a su nuevo equipo desde que llegó, amando la ciudad y la lengua que se habla aquí, y los ultras de las españas, rabiando. Pero es que ya hace tiempo que también nos ha ganado el corazón de todos los aficionados del fútbol, de cualquier persona a quien le guste este maravilloso deporte, gracias a su propuesta. Qué bien que juega el Girona, qué delicia verlos jugar, cosa que se sublimó este domingo en el campo del Barça. El Girona enamora. ¿A todo el mundo? Bien, siempre hay algún indocumentado que no se sabe por qué (o sí), le siguen teniendo una tirria y una rabia indisimulada al conjunto entrenado por Míchel. ¿Será por qué es catalán? ¿Será por qué es el equipo de Puigdemont? ¿Será porque su entrenador madrileño ha abrazado nuestra lengua?

Será por lo que sea, pero a Paco González, el de la COPE, cada demostración del Girona le debe sentar como una patada en la entrepierna. Cada exhibición o victoria gerundense es una bofetada con la mano abierta. Hace unas semanas, el director de Tiempo de juego ya demostró todo el rencor que tiene con unas palabras lamentables, cuándo se planteó en su programa la posibilidad de que el Girona acabe ganando la Liga. Uno de los colaboradores dijo lo que pensamos todos: "en el fondo, todos somos un poco del Girona". ¿Qué dijo él?: "yo no. Yo soy clasista. Hay equipos que tienen historia que sí me gustaría que ganaran la Liga: el Oviedo, el Sporting, el Cádiz, Málaga, Zaragoza. Pero es que... el Girona, está haciendo un milagro sin fuerte tradición en Primera".

Y este domingo, ¿no quieres caldo?, dos tazas. Comparaban lo que está haciendo el Girona en la Liga española con lo que está haciendo el Aston Villa entrenado por Unai Emery en la Premier, sobre todo, después de ganar al Manchester City y al Arsenal consecutivamente. En España, el Girona es líder, con dos puntos más que el Madrid y siete más que Barça y Atlético de Madrid. Ha marcado 38 goles y solo ha perdido un partido y ha empatado dos. Tiene 41 puntos y juega como los ángeles. En Inglaterra, el equipo de Birmingham es tercero, a un punto del Arsenal y a dos del Liverpool, y dos por encima del City. Ha marcado 35 goles, ha perdido tres partidos y ha empatado dos. Tiene 35 puntos y juega bien, pero sin hacer que se te caiga la baba. En la COPE le preguntan a González quién cree más que puede ganar la liga, el Girona en España o el Aston Villa en Inglaterra. La respuesta, no se podía saber:

Míchel, cuando acabó el partido, habló en rueda de prensa. Y sus palabras son una lección. Una lección dirigida a los haters como González, que no pueden disimular la rabia. Unas palabras que piensa todo el mundo y que se afianzan con lo que hacen sus jugadores encima del césped. Preguntado sobre si son el equipo que mejor juega, ha sido modesto y ha dicho que sí uno de los que mejor. Pero nosotros y todo el país lo aseguramos: son el equipo que mejor juegan, con diferencia. Lo que también ha dicho es que: "Hoy cualquier aficionado del fútbol que ha visto el partido es un poquito más del Girona".

Paco González no. Pues dos piedras... Ya nos imaginamos cómo sacará espuma por la boca si el Girona es capaz de proclamarse campeón de Liga.

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