¡Ahora sí! Finalmente, el Girona, después de sufrir dos dolorosas derrotas en sendas finales para subir a Primera los últimos años, finalmente el club gerundense ha conseguido el tan soñado ascenso a la máxima categoría. Fiesta grande en Girona la de este domingo, porque primero a media tarde, el baloncesto Girona subió a la Liga ACB después de ganar en Fontajau al Estudiantes en el partido definitivo. Y después, poco después de las once de la noche, cuando el árbitro dio el silbato final, la emoción y la euforia se desataron. El Girona sube a Primera después de superar al Tenerife en el Heliodoro Rodríguez por 1 a 3, gracias a los goles de Stuani, que ha agrandado su leyenda con el primero, un gol con suerte de Baena que tocó en un defensa y desvió la trayectoria y un tercero y definitivo del jugador del plantel Arnau Martínez.
Este 19 de junio de 2022 ya ha entrado en letras de oro en la historia del deporte gerundense. Y con respecto al fútbol, aparte de dar la enhorabuena y el mérito a todos los jugadores, hay que mencionar un nombre con letras mayúsculas. Alguien que tiene una importancia primordial en el éxito del equipo. Un hombre que anteriormente ya había subido a Primera con dos equipos diferentes, el Huesca y el Rayo. Y que desde que llegó a Girona, ha quedado enamorado del club, de la ciudad, de la tierra y de la lengua. Y nosotros de él. Miguel Ángel Sánchez Muñoz, conocido en el mundo del fútbol como Míchel o el niño de Vallecas, ha tenido claro desde su llegada que la mejor manera de llegar a Catalunya, integrarse y trabajar incluía aprender la lengua propia del país. En la rueda de prensa previa a un partido contra el Fuenlabrada, sólo dos meses después de vivir en Catalunya, regaló 70 segundos mágicos:
"Va a llevar su tiempo" poder aprender catalán, decía. Pero con ganas y voluntad, se consigue todo. Ahora, entiende perfectamente cuándo los periodistas le preguntan en catalán, y él mismo responde en nuestra lengua en muchas ocasiones, demostrando cómo se quiere la lengua catalana. En una entrevista antes de acabar el año pasado, dijo: "lo haríamos todos. Si fuésemos a Inglaterra intentaríamos aprender inglés lo más rápido posible para poder comunicarme en un sitio que a mí me hace feliz. Y para ser más feliz, cuanto más esté con la gente, mejor. Y para estar con la gente tengo que tener un diálogo con ellos. Si no, es jodido". Juicio, sentido común y empatía con una tierra, unos vecinos y una lengua. Y este domingo, en medio de la fiesta por el ascenso, ha vuelto a conmover a los gerundenses. Lo entrevistaba un reportero de Movistar+. Cómo se sentía y para quién iba este ascenso, después de dos finales perdidas. Míchel lo dedica a los aficionados gerundenses, pero en lugar de decir aquel dicho castellano de a la tercera va la vencida, utiliza el catalán y la leyenda catalana, diciéndole al periodista que, como dicen en Girona, "Girona, tres vegades immortal", haciendo referencia a la leyenda de que Girona es tres veces inmortal porque entre 1808 y 1809 sobrevivió a tres asedios atroces, donde los gerundenses nunca se rindieron.
Míchel, emocionante. Y todo un señor. Habla catalán y además, sabe hacer una cosa a menudo más difícil que saber perder... saber ganar. Felicita al entrenador rival y conmueve diciendo que "el que sabe perder, ganará siempre". Genio absoluto:
La enhorabuena al Girona. Por el ascenso. Pero también, por tener un entrenador como Míchel. Un ejemplo en todo.