No sabemos la suerte que tenemos los culés de contar con tantos buenos profesionales encargados de hacernos llegar vía radio o vía tele los partidos del Barça. Que Catalunya es tierra de narradores descomunales es un hecho comprobable fácilmente. Desde el maestro Joaquim Mª Puyal hasta el maravilloso Joan Mª Pou, que ya lleva 25 años siendo la voz de los partidos del Barça en RAC1, o al otro lado de la Diagonal, con Bernat Soler en Catalunya Ràdio, pasando por cracs como Lluís Flaquer en la Cadena Ser, o el gran Manolo Oliveros en la COPE, los aficionados blaugranas podemos estar tranquilos a la hora de sintonizar una emisora o un canal de TV para ver y sobre todo, oír, los partidos de nuestro equipo. Y de un tiempo a esta parte, tenemos que sumar a la ecuación otro profesional como la copa de un pino. Un hombre con una voz hipnótica, talentoso, que narra los partidos de manera impecable, y que muchos se sorprenden cuando les dice que es catalán. Concretamente, de Sant Boi de Llobregat. Esta voz.

El propietario de esta voz inconfundible es Miguel Ángel Román, la voz de los partidos del Barça en DAZN (y también de EA Sports). Pero también, del Real Madrid o el Atlético de Madrid. Aquí lo tienen, al lado de sus compañeros en las retransmisiones de los partidos de la plataforma, feliz de poder dedicarse a cantar goles, una de las cosas que más alegran a millones de personas cuando siguen los partidos de sus equipos:

"Ahora mucha gente está diciendo: ¿'Hosti, este tio es catalán'?", dice Roger Escapa en El Suplement de Catalunya Ràdio al saludarle. Y él reconoce que "Sí, es verdad, me pasa mucho. Cuando voy a algún sitio y hablo en catalán, la gente se sorprende porque no tengo acento catalán, tengo un acento neutro. Soy de Sant Boi, militante del Baix Llobregat, sigo viviendo allí. Y si todo va bien, moriré en Sant Boi". Hace años que es la voz de los partidos de DAZN, pero esta voz brutal viene de la radio, que era lo que él quería ser. Un Román que se ha adaptado a la TV... y a lo que le ha traído la vida. Como sus tesoros, sus hijas. De ellas ha hablado de manera sincera, conmovedora, que ha emocionado a los oyentes. Antes, sin embargo, reconociendo que la banda sonora de su vida es el grupo Mecano, "grupo que me ha marcado, que me acompañaba de pequeño, de adolescente y de adulto".

Para ser un buen narrador, tienes que narrar con talento, pero todavía más importante, con sentimiento. Y Miguel Ángel es de los que pone, y mucho, y no solo cuando retransmite partidos. En su vida, los sentimientos también son lo más importante, por ejemplo, los que le provocan las dos personas que más quiere del mundo, sus hijas... "De la pequeña he visto que hablas mucho", le deja caer Escapa. "Mucho. Y de la mayor también. Pero me sabe mal que la gente siempre me pregunta por la pequeña, por Ares, que tiene autismo, tiene discapacidad, y no tanto por la mayor, Norah, que tiene 21 años y hace tercero de Educación Infantil, afortunadamente no seguirá mis pasos", dice socarrón. La pequeña cumplió 14 en noviembre. "¿Cómo lo lleváis"?. Respuesta: "Desde hace mucho tiempo, muy bien. Pasamos un tiempo complicado, cuando nos dieron el diagnóstico del autismo, cuando tenía dos años. El caso de Ares era un caso muy claro. Fueron uno-dos años muy difíciles, se produce un terremoto en tu vida".

Miguel Ángel es sobrecogedor al abrir sus sentimientos: "Yo siempre digo que es como si cayera una bomba nuclear en tu entorno familiar. Todo cambia. Y cuándo es un autismo de grado 3, el grado más profundo... la vida te cambia absolutamente. Nuestra hija también tiene un grado 3 de dependencia, vivirá con nosotros toda la vida, no es autónoma... Tienes que hacer un proceso de aceptación. Lo hicimos sin que el matrimonio se tambaleara. Y ahora somos felices. De una manera que no habíamos previsto, aprendiendo a valorar las pequeñas cosas, los pequeños avances". Reconoce y emociona cuándo destaca que "salir a pasear por la calle con cierta tranquilidad es una fiesta". O "ir al Born a comerse un cruasán, porque le encanta." "Mi hija no habla, no dice ni una palabra. Al principio, algún 'papa' o 'mama', pero desapareció el lenguaje. Se comunica con una tablet o criptogramas". Román confiesa que "Hablar abiertamente de la discapacidad de nuestra hija lo hemos hecho, no como estrategia, como altavoz, para generar conciencia, sino porque la discapacidad forma parte de la vida. ¿Por qué tengo que esconder la discapacidad de mi hija? No tiene ningún tipo de sentido. Se tiene que hablar para hacer camino hacia la inclusión, poco a poco".

Una conversación emocionante, e imprescindible.