Muchos actores están viendo como, lamentablemente, muchos proyectos y trabajos han quedado suspendidos o cancelados por la pandemia del coronavirus. Los rodajes y las obras de teatro fueron de lo primero que se decidió parar cuando estalló la crisis. Intérpretes de todo el país confinados en casa y a esperar que el maldito virus pase de largo. Miguel Ángel Silvestre es uno de ellos.
El protagonista de Velvet o Sin tetas no hay paraíso está más nostálgico que nunca estos días. Primero, recordando emocionado a su difunto padre, y explicando a sus seguidores en las redes un emotivo recuerdo de cuándo perdió la virginidad y estuvo charlando con su padre al respecto cuando llegó a casa. Y después, confirmando que el niño que lleva dentro sigue haciendo las mismas cosas que hacía de pequeño... con alguna ligera diferencia.
Este es MAS de pequeño, remojándose en la ducha de la piscina, en su casa en Castellón. Una práctica que era habitual, y que ahora, años después, sigue demostrando que es de lo que más le gusta hacer. Quizás no hace el mismo calor que aquellos veranos, pero Silvestre ha encontrado en la piscina uno de los placeres a mantener durante estos días. Pero ahora ha decidido que aquel bañador retro le sobra y ha decidido regalarse una foto empapado de la cabeza a los pies, totalmente desnudo y con la mano colocada de manera que las tijeras de Instagram no puedan actuar. Y como él mismo dice: "Pasa la vida":
Pasa la vida. Pero Miguel Ángel Silvestre ya ha demostrado sobradamente que en él, los años han pasado muy y muy bien.