Miguel Bosé vuelve a la carga. El cantante se ha olvidado de los escenarios y ahora el micrófono lo utiliza para otra cosa. Desde que llegó la pandemia, el artista solo ha aparecido en los medios de comunicación para criticar cualquier medida contra la Covid, como las vacunas. Tachado de negacionista y odiado por la mayoría de la población. Considerado ya una estrella en declive. De hecho, el hijo de Lucía Bosé tiene una cita con el curandero catalán Josep Pàmies.
Los dos tienen una cita con toda aquella persona que quiera asistir a escuchar su surrealista cruzada contra la ciencia. Una reunión de amigos que tendrá lugar en la sala del jardín medicinal de la asociación de Josep Pàmies, Dulce Revolución, en Balaguer (Lérida). “Encuentro con dos hombres sensibles y comprometidos”, señala la invitación. La entrada cuesta 10 euros, aunque si son socios de la asociación reciben un ticket descuento de 5 euros para compras en la tienda Garden Pau Pàmies “a canjear ese mismo día”. Por 14 euros, los asistentes que lo deseen podrán disfrutar de un menú degustación de lo que el anfitrión llama “comida medicinal ecológica de proximidad”. Además, también se podrá adquirir el último libro autobiográfico de Miguel Bosé, ‘El hijo del capitán Trueno’, firmado por él.
El declive de Miguel Bosé empezó con su separación de Nacho Palau
Miguel Bosé no aprende. El cantante ya fue vapuleado en la Feria del Libro de Madrid hace unos meses. Recibió varios insultos de personas que se agolpaban en su caseta por su negacionismo y tuvo que abandonar apresuradamente el recinto con ayuda del personal de seguridad. En esta reunión no habrá preguntas incómodas, además, todos los asistentes piensan igual que el artista o Josep.
Hace un año ya intervino en un evento similar, que en esa ocasión estuvo vetado para los periodistas. En aquella época Miguel Bosé preocupaba por su estado de salud. En algún vídeo que se filtró en las redes sociales se le podía ver con la mirada perdida en todo el evento, desubicado, con la voz ronca y balbuceando alguna idea contra las vacunas.
Miguel Bosé lleva años librando una batalla con sus demonios internos, aquellos que le han robado la voz, provocándole una disfonía psicógena de raíz emocional. “Cuando mi relación de pareja empezó a ir mal, cuando el amor no existe [...] cuando todo se derrumba, en mi caso por discreción, por responsabilidad, por educación también, aguantas. Y estalla. Estalla mal y empiezan los problemas serios. Y, para mí, uno de esos problemas fue la voz. Ahora puedo hablar, pero he llegado a no tener voz, cero”, dijo en su última entrevista pública con Jordi Évole.
Pàmies sigue con la tradición familiar de varias generaciones. Una comida medicinal que se celebra a la vera del río Segre y donde el protagonista es la estevia. El catalán aconseja masticar la hoja para aprovechar las propiedades milagrosas que él atribuye. En este menú medicinal comerán esta planta y muchas más, todas ellas supuestamente medicinales. Por ejemplo, el diente de león, que dice que viene bien a la circulación y regenera el hígado.