La ilusión de ampliar la familia ha quedado descartada para Miguel Marcos y Belén Esteban, que han decidido renunciar al sueño de tener un hijo en común debido a problemas médicos. Según fuentes cercanas a la pareja, la salud de Belén, marcada por la diabetes y su edad, hace que un posible embarazo se considere de alto riesgo, lo que ha llevado a ambos a tomar esta difícil decisión.

Desde que iniciaron su relación en 2013, Miguel y Belén siempre manifestaron el deseo de tener un hijo juntos. Sin embargo, las complicaciones médicas han hecho que este sueño se torne inalcanzable. Belén, de 50 años, ha enfrentado en varias ocasiones problemas de salud relacionados con la diabetes tipo 1 que padece desde hace años. Esta condición, sumada a los riesgos que implica un embarazo a su edad, ha llevado a los médicos a recomendar que no se someta a este proceso.

Por su parte, Miguel Marcos, conductor de ambulancias y pareja incondicional de la colaboradora, también había expresado en privado su ilusión por convertirse en padre junto a Belén. Sin embargo, ambos han priorizado la salud y el bienestar, tomando una decisión madura y consensuada que les permite seguir disfrutando de la familia que ya tienen. Aunque la noticia supone un duro golpe, Belén Esteban ha mostrado una vez más su fortaleza y ha encontrado consuelo en el amor de su familia. Como madre de Andrea Janeiro, fruto de su relación con Jesulín de Ubrique, Belén siempre ha dejado claro que su hija es su mayor prioridad.

Una pareja más unida que nunca

A pesar de este revés, Miguel y Belén están más unidos que nunca. Miguel, conocido por su discreción y bajo perfil mediático, se ha convertido en un pilar fundamental en la vida de Belén. Juntos han enfrentado múltiples desafíos, incluidos los problemas de salud de la colaboradora y el accidente doméstico que sufrió en 2022. Esta nueva etapa representa un punto de inflexión en su relación, donde ambos han decidido centrarse en el presente y en las alegrías que ya comparten. “Lo importante es que estamos bien y que nos tenemos el uno al otro”, habría confesado Belén a su círculo más cercano.

La vida sigue con ilusión

Aunque la posibilidad de tener un hijo en común queda descartada, Miguel y Belén han encontrado otras formas de disfrutar de la vida juntos. La pareja planea seguir compartiendo momentos especiales, viajes y proyectos personales que los mantengan ilusionados. Con esta decisión, ambos demuestran que el amor y la salud son prioritarios, dejando claro que, a pesar de las adversidades, su relación sigue siendo fuerte y llena de complicidad.