Cuándo todo parecía indicar que la alegría y positivismo del egarense Miki Núñez sería un punto clave para quedar en una posición más digna que las otras ediciones, parece indicar que los malos presagios han continuado para Televisión Española, pues finalmente ha conseguido la posición 22 con sólo 60 votos. Una vez acabado el show, el joven ha podido hacer una valoración ante la prensa con cara de cansado y al mismo tiempo con ojos llorosos por tener que declarar que no había conseguido lo que realmente quería. Una de las primeras respuestas de Miki fue: "estoy muy orgulloso por el trabajo que hemos hecho. Hemos hecho bien el trabajo. Cuando hemos salido del escenario, toda la gran familia que hemos formado estos días hemos llorado de emoción. Yo les he preguntado cómo había ido y ellos me han respondido que lo habíamos hecho perfecto, y eso es lo que me ha hecho más orgulloso del trabajo".

Ciertamente que durante su actuación, que fue la última al pasar por el escenario del Tel Aviv Expo, todo el público enloqueció con euforia, aunque La Venda venía después de grandes apuestas como la de Suiza con el joven Luca Hanni o la Australiana Keith Miller-Heidke. Miki afirmaba que "no entiendo porque no se ha trasladado esta euforia al resultado. Si me pudiera meter dentro del cerebro de los jurados y de las personas de Europa que votan podría saber el porqué. Pero me quedo con el regusto que la gente ha disfrutado con nuestra actuación."

La Venda supo captar el positivismo que el catalán quería demostrar encima del escenario y puso dos ejemplos graciosos para definir qué sintió actuando en última posición: "Tú cuando vas a ver y disfrutar de un concierto, la última canción es la mejor y la que la gente espera con más ganas", pero para los que no son amantes de los conciertos, también añadía otros comparativos: Es como si tuvieras en frente un plato de patatas fritas con carne rebozada y te gustaran más las patatas. Pues lógicamente las dejarías para comértelas en último momento".

La candidatura española consiguió sólo 7 puntos del jurado profesional, y eso hizo que en la primera parte de la votación, Miki estuviera en la cola del resultado. Posteriormente el jurado popular, le otorgó 53 puntos. Eso quería decir que gustó más a la audiencia que a los expertos. Pero sin embargo afirma que "he salido del escenario con una buena sensación. De hecho cuando hemos acabado hemos considerado que ha sido la mejor actuación que hemos hecho en Tel Aviv, y eso, para nosotros ya es ganar." Una actuación con una puesta en escena trabajada y esmerada que ha sido obra del griego Fokas Evangelinos.

La idea de trasladar el mensaje de la canción al escenario era un tema que para muchos no se entendía. Sin embargo, el catalán afirma que "la canción se entendía bien, sin ningún tipo de duda. Fokas ha hecho un trabajo increíble y hemos hecho entender el mensaje de la canción. Yo creo que no hay ninguna queja de lo que se ha hecho".

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Así y todo, preguntándole sobre un tuit donde exponía que hubiera cambiado alguna cosa, añadía que "hubiera cambiado algunas cosas que no están a mi alcance" y ha enmudecido rápidamente. El egarense no se ha pronunciado con exactitud sobre el tema de los derechos humanos en Palestina y Jordania, un hecho en que se ha visto marcado el festival para muchas delegaciones, pero sí que en alguna ocasión ha confirmado el apoyo hacia estos derechos fundamentales sobre las personas. De hecho, los islandeses, Hatari, que son afines a esta posición, aparecieron desde la Green Room con una bandera de Palestina. Miki añadía "Yo creo que Eurovisión sigue activo hasta mañana, y después ya hablaremos con calma y sin
ningún tabú ni problema. Pero de momento continuaremos estando calladitos
".

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De la experiencia eurovisiva, y visto el alud de quejas y reproches que continuamente caen al ente público, Miki asegura que este año no tiene que haber ningún motivo de no haber hecho bien las cosas. "No hay ninguna queja por nadie, ni bailarines, ni productores, para nadie", añadía el catalán. Pero la carrera artística del egarense justo acaba de empezar. Su paso por Operación Triunfo es el punto de inicio de una larga carrera que le espera al joven. De hecho, ya a partir del lunes empezará con la grabación de su nuevo vídeo-clip para posteriormente presentar su primer trabajo discográfico. Ahora bien, preguntándole si repetiría la experiencia eurovisiva, nos comenta que "ha sido una experiencia increíble. Si lo repitiera, sería con las mismas personas, con la misma canción, pero es cierto que nunca hay segundas partes. Yo me he quedado con muchas cosas que tener en cuenta de cara al más futuro profesional, ya sea como cantante o como productor. Eurovisión es un espectáculo muy bien trabajado".

Entre todas las propuestas que entraban a concurso, la del sueco John Lundvik era la preferida del egarense, pero aunque en ningún momento se había pronunciado para la ganadora de la noche, Arcade de Duncan Laurence, añadía que "es un tema vocalmente perfecto y precioso. Y realmente se merecía ganar". Ahora sólo habrá que saber si una vez en casa, Televisión Española cree conveniente cambiar alguna cosa del formato de selección, quizás prescindiendo de la productora Gestmusic y espabilarse por su cuenta para poder quedar con una posición digna. El egarense concluía, ya con un tono cómico, que el consejo que le dará a su sucesor será: "Cuando ondees la bandera que llevas en las manos, asegúrate de que está bien cogida."