Dicen que quién siembra, recoge, y sino que le pregunten a Miki Núñez, que no ha parado ni un segundo desde OT y Eurovisión y lleva dos años petándolo fuerte. Aprovechando la salida de su segundo disco, Iceberg, desde En Blau hemos hablado con el cantante más popular del panorama musical catalán sobre su camino al éxito, su nuevo estilo pop rock, el festival de la canción, la pandemia, las causas solidarias y de un posible mediador en el conflicto entre Catalunya y España.
Empezaste en la música con los Dalton Bang. ¿Qué lugar ocupan ahora en tu carrera?
Los Dalton Bang juegan un papel muy importante en mi vida. Son mis mejores amigos y es mi banda con la cual giro.
Después de dos años, ¿cómo recuerdas tu paso por Operación Triunfo?
Maravilloso, de las épocas más felices. Gracias al programa estoy donde estoy.
Hay compañeros de tu edición a los que no les ha ido bien. ¿Cuál es tu secreto para triunfar?
No hay ningún secreto. Es tener suerte, trabajar mucho, conseguir una exposición grande y contar con un equipo detrás que te “venda” muy bien, ¡además de hacer música que guste a la gente!
¿Qué se siente con dos discos de oro por Amuza, un par de premios Enderrock bajo el brazo y una primera nominación a los 40 Music Awards como artista revelación?
Es muy fuerte. Es increíble haber conseguido dos discos de oro, me hace una ilusión enorme haber pasado de espectador a ganar los premios Enderrock y esta nominación también es genial.
Vaya colección, ¿no?
Al fin y al cabo, las cifras solo son cifras. Lo más importante es que sea feliz con lo que hago, a pesar de que es cierto que un reconocimiento por el trabajo bien hecho siempre gusta, ¿no?
Estás viviendo el éxito de golpe. ¿Cómo lo gestionas?
Tengo una familia maravillosa, unos amigos fantásticos y un psicólogo que me ayuda a controlarme, a mantener los pies en la tierra y a lidiar con la ansiedad.
Hace unos días que publicaste Viento y vida con Despistaos. ¿Cómo surge esta colaboración con el grupo pop rock de Física o Química?
Como la canción es súper dosmilera, pensamos en grupos míticos del pop rock español de los 2000. Todos coincidimos en Despistaos.
¿Qué hace que quieras recuperar la música de los 2000?
Porque es lo que me sale, y no iré en contra de lo que siento. Durante esta época de mi vida estoy muy dosmilero.
Me vale también es pop rock, a diferencia de tus anteriores trabajos más ska. ¿Crees que estás evolucionando musicalmente hablando hacia otro estilo?
Amuza es más ska fusión, y en Iceberg hemos hecho más pop rock, pese a que también tiene mucha canción festiva. Cuando compongo, no me paro a pensar en un estilo de música en concreto, aunque es posible que esté evolucionando, quizás, para estar más al orden del día.
Entonces, ¿qué podemos encontrar en Iceberg?
Iceberg es super maduro. Obviamente, si lanzo un tercer disco diré que el último lo es más que el segundo, pero lo importante es ir avanzando. En este, podemos encontrar rumba, ska fusión, pop rock y pop total.
¿Qué papel han jugado Arnau Griso, Adrià Salas y Nil Moliner en el nuevo álbum?
Los tres me han ayudado a entender el mundo de la música. Me han hecho de padres a la hora de componer y emocionar. Les debo mucho.
Aparte de Despistaos, ¿hay alguna colaboración más en el nuevo disco?
Con Lildami en Arbre. Más adelante, haremos reversiones de las canciones con otros artistas.
Hay un tema sobre Eurovisión 2019. ¿La procesión iba por dentro?
No m’ho esperava habla de cómo me sentía en aquella época, a raíz de estar viviendo un boom tan grande como Eurovisión. Claro que la procesión iba por dentro. Tienes que trabajar y mostrar la cara bonita.
Por contrato, en la competición os piden una actitud apolítica. ¿Habrías preferido actuar en otro país que no fuera Israel?
Si hubiera podido escoger, no habría ido porque estoy en contra de las políticas de este país. Allá, todo el mundo me trató muy bien, pero ya sabemos que la gente y los políticos, a veces, no ligan.
¿La actuación que se hizo arriba del escenario era lo que preveíais tú y Adrià Salas en el proyecto inicial?
La verdad es que no teníamos nada en mente. Nos pareció bien la puesta en escena.
¿Volverías al certamen, esta vez, representando Catalunya?
Si Catalunya algún día se presentara a Eurovisión, me haría mucha ilusión ir.
¿Qué artista catalán crees que lo petaría en el festival?
Rosalía.
¿Qué consejo darías a Blas Cantó en su aventura eurovisiva?
Calma, cordura y locura. Eurovisión es muy grande y se tiene que llevar dividiendo los problemas en pequeños trocitos y yéndolos solucionando despacio. Si no, se te echa encima. Que lo disfrute y no se preocupe mucho.
Te estrenas como presentador de Cover, el nuevo cazatalentos de TV3. ¿Cómo llevas esta faceta?
¡Me encanta! La verdad es que me hace muy feliz. También es una afición. Hacer de esta tu trabajo es muy divertido. Creo que soy un buen comunicador.
Participaste en La Marató por las enfermedades minoritarias y has colaborado en la campaña #JoEmCorono. ¿Crees que la sociedad catalana está comprometida con las causas solidarias?
La Marató es el acontecimiento del año de Catalunya. Está demostrado que somos un pueblo empático y muy consciente de lo que nos rodea.
¿Cómo acabo convirtiéndose Escriurem en uno de los himnos contra el coronavirus?
Creo que tiene la capacidad de empatizar con el momento que estás viviendo. Hay mucha gente que me ha dicho que la canción habla de cuestiones diferentes. Esto es la magia de la música, que cada cual se lo lleva a su terreno. Lo único que quiero es que mi música haga sentir cosas.
¿Qué lección crees que tenemos que extraer de la pandemia?
Somos una mierda en este mundo. Nos creemos los reyes por ser seres humanos, contaminamos el planeta y hacemos lo que queremos, pero llega un virus y nos revienta por dentro.
Es un buen resumen.
Aparte de esto, también he aprendido a valorar las pequeñas cosas. Es como que ahora nos damos cuenta de lo que antes nos hacía felices.
Con tanto trabajo, ¿has pensado en retomar tus estudios de Magisterio?
Sí, cuando tenga más de dos horas seguidas libres al día…
¿Cómo es el día a día de Miki Núñez en esta nueva normalidad?
Por la mañana, intento hacer deporte, ayudo en casa y respondo entrevistas. Por la tarde, compongo.
Las medidas contra la Covid-19 han obligado a cerrar el sector cultural. ¿Crees que la cultura es segura?
No es que lo crea, es que lo es. Lo hemos demostrado. Es un bien esencial.
Tenías unos cincuenta conciertos este verano. ¿Cómo has vivido el proceso de adaptación de la gira a la actual situación?
Ha sido bastante duro. Íbamos a tocar por todo el Estado, pero no ha podido ser. Nos adaptamos, pero no nos resignamos.
Te mojas mucho políticamente en las redes sociales. ¿A quién propondrías de mediador para acercar las posiciones entre la Generalitat y la Moncloa?
A alguien joven, por favor. No diré un nombre, pero tiene que ser una persona que esté a pie de calle, que sepa de qué va esto.
Pienso que todos deseamos que se acabe el 2020. ¿Qué planes tienes para el nuevo año?
Intentar hacer todo lo que no he podido hacer este año. Y, sobre todo, ser feliz.