Miki Núñez ya no puede ir tranquilo ni a hacer la compra. Y no por la gran cantidad de fans que lo persiguen, enloquecidos, por los pasillos del súper. Sino por el peligro de cruzarse con algún energúmeno, dispuesto a insultarlo y amenazarlo de muerte por el simple hecho de ser catalán. Como le ha ocurrido hoy en Madrid.
El cantante egarense, representante de Eurovisión 2019 en Tel Aviv, ha denunciado un caso brutal de catalanofobia en un supermercado de la capital española. Todo ha empezado cuando una pareja ha entrado en el establecimiento. Sin ningún tipo de vergüenza, la mujer ha soltado una retahíla de barbaridades anticatalanas que han hecho que Miki se llevara las manos a la cabeza: "Esto déjalo que es un producto catalán y a esos ni agua. A ver si les ponen una bomba y se mueren ya todos los putos catalanes". Xenofobia de manual, boicot a los productos catalanes, insultos y deseo de que, en Catalunya, muera todo el mundo.
Después de oír los despropósitos catalanófobos de la señora ultra, Miki no se ha mordido la lengua: "Señora no diga eso, que está muy feo desearle la muerte a los demás. Y se lo dice un catalán que pasa mucho tiempo en Madrid y que le encanta". Lejos de calmar los ánimos de la mujer, la reacción del artista ha provocado que la cliente anticatalana del supermercado enloqueciera todavía más. Esta vez, contra él. Cuando ha descubierto que el extriunfito es catalán, le ha escupido todo su odio a la cara: "¿Tú eres catalán? Pues ojalá te pille la bomba a ti también".
Según explica Miki, la mujer ha aprovechado el impulso catalanófobo para atacar también a otros colectivos: "Gente negra, sudamericana, china," asegura. Votante ejemplar del partido que más crece entre la ultraderecha.
Miki hacía la compra, a su bola. Hasta que se ha encontrado el producto caducado más desagradable del supermercado: la ideología rancia y anticatalana de una intolerante.