Son malos días para ser culé, todos sabemos que el Barça no está pasando por su mejor momento. Hasta ahora todos conocíamos la Semana Trágica como los sucesos que ocurrieron entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909, pero para los aficionados de los colores azulgranas, esta última tanda de partidos quedará grabada para siempre. Después de un partido de ida exitoso, el Paris Saint-Germain nos clavaba cuatro goles a raíz de una expulsión (cuestionable) de Ronald Araujo. Adiós a la Champions. Por otra parte, el femenino también sufría una derrota de forma inesperada contra el Chelsea, y la guinda del pastel de esta semana ha sido la fatídica derrota de El Clássic con una grande robada arbitral. Un desastre total. Los azulgranas lloran, dentro y fuera del campo, y no solo estamos hablando de los jugadores.
El Santiago Bernabéu acogía con ganas (y cansancio) al Barça para jugar uno de los partidos más expectantes del año, el clásico Barcelona Madrid, que ningún catalán se puede perder. Parecía que después de la victoria del Madrid en el Manchester City nos encontraríamos en una plantilla de jugadores devastados y cansados, el club azulgrana llegaba con más carácter que nunca, pero una vez más, no ha podido ser. Entre la multitud de ocasiones y situaciones arbitrales polémicas, todo el mundo se ha centrado en el gol anulado de Lamine Yamal. Un debate infinito en el cual el árbitro de ayer posicionó claramente a favor del Madrid, y el escándalo ha sido monumental. A pesar de las diversas injusticias que presenciaron los jugadores, entre la plantilla, justo en el minuto 26 ocurría el peor suceso para Frenkie de Jong, una torcida que lo hacía volver al banquillo como lesionado.
Frenkie de Jong ya había sufrido tres lesiones en el tobillo derecho, las cuales lo habían dejado fuera del terreno de juego durante casi cuatro meses en total. Volvía con más fuerza que nunca para la Champions, pero su recuperación ha sido muy y muy corta. En un duelo con Federico Valverde, se torcía el tobillo a un nivel que no se podía aguantar el dolor, ni siquiera pudo salir por su propio pie del campo. Entraban los cuerpos de la ambulancia y se lo llevaban con camilla mientras se secaba las lágrimas con el escudo azulgrana. Compañeros y entrenador mostraban su apoyo en el campo, mientras él se despedía de la temporada. Una imagen triste de ver para cualquier culé, y sobre todo para la gente que más le quiere. Su disponibilidad colgaba de un hilo y después de este mal trago, hay quienes tienen más claro que nunca su retirada. Este verano se despediría para siempre del Barça, una noticia que no querría escuchar, ni él ni Mikky Kiemeney.
La pareja está enamorada de Catalunya, ya lo podíamos ver durante la Semana Santa, y en estos momentos tan duros, no podían faltar las palabras de Mikky, su amor desde la adolescencia. La joven ha publicado la fotografía del momento en que se lo llevaban con la camilla, con el siguiente mensaje: "Yo te comprendo, otra vez, y siempre lo haré" Los resultados de la revisión médica han dado la peor de las noticias, ya no podrá jugar en los seis partidos de liga que quedan.
Su futuro en la capital catalana está más dudoso que nunca, y bien seguro de que no querrían marcharse. Aquí se han convertido en padres, por primera vez, los primeros éxitos del holandés, y la joven ya tenía una pandilla de amigas WAGS con quienes visitar el Camp Nou. Frenkie de Jong tiene un pie dentro y uno sería, quién sabe que le ofrecerá su futuro futbolístico.