Ya tocaba. El Barça todavía no había ganado ninguno de sus partidos jugados esta temporada como visitante. Ni una sola victoria en ninguno de los desplazamientos hechos hasta ahora. Pero ha tenido que venir Xavi para que la cosa cambiara y se rompiera la estadística.
Victoria (afortunada, pero victoria) en el estadio de La Cerámica, en el campo del Villarreal, por 1 gol a 3, cuando la cosa parecía destinada a un nuevo empate (o a una nueva derrota si iban mal dadas).
El Barça consiguió una victoria que como bien dijo su técnico en la rueda de prensa posterior, "es agua bendita". Lo necesitaba Xavi, lo necesitaba el Barça, lo necesitan los culés.
Y lo necesitaban tres jugadores que ayer fueron los autores materiales de los goles: Coutinho, marcando un penalti que le habían hecho a él mismo, Memphis Depay, consiguiendo un gol en las postrimerías, y Frenkie de Jong, que no marcaba con el Barça desde hacía 7 meses y a quien su entrenador pidió que diera un paso adelante y que asumiera más llegadas al área rival.
El holandés no estaba pasando por su mejor momento, pero dada su inmensa calidad técnica, todo el mundo espera mucho de él. Algunos, sin embargo, empezaron a dudar hace unos días, y algunos atrevidos incluso pusieron su nombre en una supuesta lista de transferibles con los que hacer caja. Pero Xavi se ha negado (afortunadamente) en redondo.
De Jong marcó y quien más feliz está por su gol ha sido su pareja, Mikky Kiemeney, exultante y orgullosa de que por fin Frenkie haya callado algunas bocas.
Kiemeney, sin embargo, no celebró el éxito de su querido con un sol como este y una playa. Temperaturas gélidas en Barcelona mientras el Barça jugaba en Villarreal. Eso sí, quedó emocionada por la visión de las luces de Navidad y fue a cenar a un restaurante de la ciudad.
Antes, sin embargo, la holandesa se dejó ver por un rincón de la ciudad dónde ahora viven ella, su pareja y su perrito. Un rincón de Barcelona donde, antes de que Frenkie hiciera el partido que hizo, ya escribió una frase significativa: "Inspiras a la gente que finge no verte".
Kiemeney visitó la plaza del Duque de Medinaceli, cerca del Paseo de Colón, unas imágenes preciosas al lado de la fuente que hay allí, rodeada de palomas y siempre con una sonrisa de oreja a oreja.
La visita dio suerte. Que Mikky y Frenkie visiten tantos lugares como quieran de Barcelona durante mucho tiempo: señal de que el mediocampista holandés hará larga y exitosa carrera en el Barça.