Mila Ximénez tiene cáncer. Después de varios días sin aparecer por el plató de Sálvame, sin ningún tipo de explicación, su ausencia había causado procupación entre algunos espectadores y el rumor de que alguna cosa no iba bien. Un runrún que ha querido cortar de raíz este martes, cuando ha decidido entrar telefónicamente en el programa y revelar el motivo de su marcha repentina: le han encontrado un tumor en el pulmón y tiene que empezar a tratarse.

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"Estoy jodida y asustada", ha confesado una Mila notablemente nerviosa al otro lado del teléfono. La colaboradora empezó a sentir un dolor de espalda muy intenso hace tan sólo unos días, cuando se encontraba precisamente en medio de una emisión de La última cena. Al día siguiente necesitó una inyección para calmar el dolor y poder ir a Sábado Deluxe. "Me dolía mucho, me hice una resonancia y fui el lunes a que me la leyeran. Yo pensé que era un pinzamiento". Entre lágrimas, la tertuliana ha verbalizado lo que le dijo el médico: "El diagnóstico es que tengo cáncer de pulmón".

El cáncer de Mila está localizado pero tiene algunas ramificaciones que su oncólogo quiere tener controladas. Ahora se tiene que someter a la quimioterapia. Seis sesiones cada tres semanas. En total, seis meses de tratamiento. Aunque espera poder volver a Sálvame después del verano: "Confío incorporarme al programa en septiembre. Lo que no quiero es que me miren como una persona enferma".

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Silencio absoluto de sus compañeros y caras de circunstancias escuchando a Ximénez: "Me da miedo morirme ahora, me cabrea". La televisiva asegura que por las noches le cuesta dormir porque tiene pánico, pero hace de tripas corazón para ganar la batalla a la enfermedad: "A mí un tumor de mierda no me va a parar la vida (...) De esta salgo, el bicho no va a poder conmigo".