Mila Ximénez, la concursante de los 40.000€ semanales en 'GH VIP', está a punto de explotar. Parece que este magnífico sueldo no le vale la pena, y preferiría hacer las maletas y enfilar hacia su casa antes de seguir aguantando traiciones en el reality. Ella habla de "odio, acoso y derribo" por parte de compañeros "retorcidos y manipuladoras", que le están haciendo la vida imposible hasta el punto de pedir a gritos que la echen este jueves, cuando se disputará la expulsión contra Dinio. Mila se siente en el punto de mira de Kiko Jiménez y 'El Cejas', que la traicionaron nominándola secretamente cuando se suponía que eran colegas y aliados. Una amistad que forma parte del pasado una vez expulsado Hugo Castejón, el epicentro de los conflictos de esta edición. La pareja jugó sus cartas y le clavaron una puñalada a la andaluza, pero lo que realmente la destrozó han sido los vídeos de ambos comentando la jugada y mofándose de la situación. Por eso Ximénez dice que no quiere que la salven de ninguna de las maneras: "Me estáis acosando, me vuelvo loca. Si no me echan, mañana salto la valla".
📹 Mila Ximénez estalla al saber que el Cejas se ha vuelto a reír de ella: "¿Qué estoy haciendo para ser el centro del odio de gente aquí?" #GHVIP1O https://t.co/NMEGJMtaHM
— GH Momentazos (@GHmomentazos) 1 de octubre de 2019
Habrá gente que piense que estamos describiendo a una Mila convertida en una 'hermanita de la caridad' y en una víctima fácil por su popularidad. Ir contra ella da réditos y vídeos, que es lo que al final cuenta para los espectadores. La realidad es bien diferente, ya lo saben. Ximénez deja al Dr. Jekyll y Mr.Hyde a la altura de criaturas de guardería. Su mala leche es legendaria, forjada a lo largo de un turbio pasado y una trayectoria en 'Sálvame' en la que ha dejado una buena retahíla de víctimas. La tele no tiene secretos para ella, y utiliza la estrategia del "echadme" para intentar revertir la situación. Si el público hace caso de sus ruegos, fantástico; si la dejan en la casa, todavía mejor. Juega a dos bandas, no hay duda. El ejemplo más claro: Pedir tu propia expulsión mientras acusas a tu enemigo de agresiones inverosímiles... con una aspiradora.
Kiko asegura que dio "sin querer" a Mila con la aspiradora #GHVIPLímite3 https://t.co/QlG2lcZ8v1
— Cuatro (@cuatro) 1 de octubre de 2019
"Me ha dado una ostia con la aspiradora que...Espero que lo hayas hecho sin querer, te aviso". La advertencia vino a raíz de un pequeño choque entre los dos mientras Jiménez llevaba el aparato de una habitación a otra. Y Kiko, de comportamiento discutible y pasado lamentable pero que no será tan burro como para hacer una tontería de este calibre, le pedía disculpas y le decía que no había sido su intención. Pero el ambiente en Guadalix vuelve a ser un campo de batalla, y Ximénez es una maestra de las trincheras: "No voy a consentir que se me roce ni con un palo". No importa si pasó o no, lo que importa es el relato. Y cada espectador que le compre la agresión es un pequeño paso para conseguir su (no reconocido) objetivo final: Continuar en la casa y engordar su cuenta corriente.