Las estrellas televisivas corren el riesgo de ser como las del cielo: fugaces. Minerva Piquero es un nombre que no sonará a los menores de 40 años. Fue de las primeras mujeres del tiempo en la TV española, concretamente en Antena 3. Aquel lejano 1992 era una de las caras más agradecidas de la vieja Antena 3: risueña, simpática y gran comunicadora. Años más tarde fichó por TVE y aquello supuso su eclipse total.
Antena 3
Ahora cuesta reconocerla. Ha sido invitada a unos premios en el Teatro Real de Madrid y la asturiana, a sus 50 años, ofrecía una cara de felicidad y su sonrisa proverbial. Los kilos de más la mantienen atractiva pero la crueldad de la TV hace que las mujeres que envejecen sólo son televisivas, según los directivos, si son delgadas. M. Teresa Campos es más esbelta que sus hijas, Mercedes Milá está delgada y Ana Rosa luce una figura envidiable. Las tres superan los 60 o incluso los 70 y todavía hacen TV. Minerva ya no.
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De su nuevo peso ha dicho: ""Es hipotiroidismo. En cuestión de poco tiempo he ganado 20 kilos. Como ya no estaba en la tele no se me había visto en un acto público. Si una mujer cualquiera engorda no pasa nada, pero si eres conocida (y la gente es tremenda, muy cruel), todo cambia. Fui a un acto en calidad de directora de comunicación de una agencia de medios y un periodista me preguntó ‘¿Cómo estás tan gorda?’. Es terrible. 23 años después de haber empezado una carrera profesional, y lo único que puedes contar de interés es el motivo de tu sobrepeso".
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Los photocalls los carga el diablo. Minerva está estupenda y nos gusta mucho. Y si tapa el mapa del tiempo ya miraremos al cielo para saber si hace llueve o hace sol.