Con 17 ministros los perfiles de los diferentes cónyuges de los nuevos miembros del gobierno Sánchez resultan diversos. Begoña Gómez está siendo el centro de todas las miradas como mujer de Pedro Sánchez, pero no eclipsará un hecho histórico: por primera vez en 40 años de democracia, un ministro abiertamente homosexual y casado se sentará en el Consejo. Es el juez Fernando Grande-Marlaska. Sólo Jerónimo Saavedra, ministro de Administraciones Públicas con Felipe González, se declaró homosexual pero lo hizo cuando ya no era ministro, en el año 2000, y sin marido ya que habría que esperar en el gobierno Zapatero para legalizar que las personas del mismo sexo se pudieran casar. Zapatero tuvo asesores gays como el desaparecido Pedro Zerolo o Miquel Iceta y Rajoy ha tenido miembros del partido del colectivo LGTB como Javier Maroto, pero ni ZP ni Rajoy se atrevieron con un ministro LGTB declarado, hasta ahora.
Zoido y Marlaska, dos personas diferentes para dos ministerios de Interior se espera que también diferentes. Marlaska escribió un libro de memorias donde explica todo el proceso de enamoramiento con Gorka Gómez, su marido. No ha habido que recurrir a Sálvame, él mismo escribe que sale del armario de adulto: "Con 35 años dije a mi madre y a mis hermanas que era gay. Ella estuvo 15 días sin salir de casa y 6 años sin hablarme porque no aceptaba a mi marido Gorka". Los dos novios, en un mundo tan cerrado como el vasco, vivieron 9 años juntos hasta que la ley de ZP los permitió casarse. Los dos tienen claro que no quieren hijos. Marlaska se planteó la adopción pero Gorka no.
El hombre que le acompaña a las recepciones de Zarzuela, como juez de la Audiencia Nacional y miembro del CGPJ, es un vasco de su edad, a medio camino entre los 50 y los 60, de quien se enamoró a primera vista en la puerta de un bar, el año 1998. Una semana después de conocerlo ya vivían juntos, hasta ahora. Han pasado 20 años. Marlaska ha sido abanderado de la causa homosexual desde que en una célebre portada del diario El País explicó su orientación sexual. Ha llegado a protagonizar campañas del Ministerio de Sanidad contra el SIDA y a favor del preservativo en las relaciones homosexuales, con Boris Yzaguirre o Jesús Vázquez: Entre nosotros usa preservativo
Su ideología es conservadora, como demuestran sus sentencias, pero eso no ha sido un obstáculo para que el primer gobierno del PSOE en años tenga otro ministro de Interior vasco, como en época del Mayor Oreja. Con ETA disuelta, el trabajo de Marlaska será organizar los cuerpos policiales y evitar las cloacas del Estado. Ha vivido con escolta durante años para ser uno de los jueces más contundentes contra el terrorismo. Ahora tiene el ministerio más delicado del gobierno, el de Interior.
Su marido Gorka seguirá haciéndose selfies con él de conciertos y con chaqueta de piel. Y con Màxim Huerta, que no tiene pareja, contribuirán a romper el techo de cristal que los homosexuales tenían para llegar a ministros. La última barrera será un presidente o presidenta homosexual. ¿España está preparada?