La fotografía que ilustra este artículo es icónica. Miquel Iceta, José Manuel García Margallo y Enric Millo aplaudiendo felices en la manifestación unionista convocada por Sociedad Civil Catalana, el 18 de marzo de 2018 en Barcelona. No es la de la Plaza de Colón de Madrid, pero poco le falta. La instantánea, al margen de consideraciones sobre el vestuario del primer secretario del PSC, vuelve a la actualidad, después de leer el titular principal de una entrevista al socialista, en la que afirma esto: "El PSC se creó para que la gente no tuviera que escoger entre ser catalana y española". Vaya por dios. Aunque una imagen vale más que mil palabras de Iceta.

Miquel Iceta, José Manuel García Margallo y Enric Millo en la manifestación unionista de SCC / Roberto Lázaro

La reacción a la "revelación" de Miquel no se ha hecho esperar. Y bien, se debe reconocer que ha puesto a todo el mundo de acuerdo. De acuerdo en que la concepción del socialismo catalán de Iceta, Zaragoza o Granados es la de la sumisión absoluta al Reino de España y a los deseos de la calle Ferraz. No hay elección posible cuando eres la voz del amo, vaya. La red alucina con Iceta, aunque sea algo cada vez más difícil de conseguir. De entre todas las réplicas destacamos la de Antonio Baños, que no se anda con rodeos. El sopapo es para enmarcar: "No tienes que escoger: eres español. Y a quien quiera hacer una elección diferente: Guardia Civil".

Antonio Baños con lazo amarillo / TV3

Miquel Iceta hace una mueca a cámara / EFE

Ilusos aquellos catalanistas de izquierda que confiaron en el PSC para defender su identidad, cultura y país. Así han ido desfilando, uno por uno, con el paso de las décadas y de las decepciones. Lo que queda es una sucursal, una franquicia. Como los sándwiches de Rodilla o el bocadillo de calamares de El Brillante. E Iceta, el presidente frustrado del Senado, lo sabe muy bien.