Hace años que no la vemos en la pantalla de televisión, pero su rostro ha sido muy conocido por los espectadores. Durante mucho tiempo era una fija en el programa de Alfonso Arús en 8tv, pero la dejaron plantada cuando tenía que dar el salto a la televisión de ámbito estatal, aLa Sexta. 'Aruser@s' se estrenaba sin Mireia Canalda, un golpe durísimo para la barcelonesa como explicó en sus redes sociales en 2019: "Tres días antes, después de haber mandado varios sms y mails preguntando cuándo empezábamos, tuve respuesta: Este año queremos un tono más serio. Si cambiamos de opinión y necesitamos más alegría, ya te llamaremos. Lloré muchísimo, pues no me lo esperaba y menos así".
Mireia, que empezó en televisión con 20 años en TVE, a la que vimos en TV3 e incluso en 'Supervivientes' de Telecinco, se repuso de aquel porrazo y recondujo su carrera hacia las redes sociales, donde la siguen 90.000 incondicionales. El gusano de la tele prácticamente ha desaparecido, no lo añora. La vida le sonríe en todos los sentidos, aunque seguramente lo que más valora es el aspecto personal y familiar: casada con el exnadador Felipe López, tiene dos criaturas. Inés, de 8 años y Nuno, de 6. Son una joya.
Precisamente son sus hijos uno de los ingredientes principales del reto que acaba de plantearnos a través de una imagen tiernísima y preciosa. Y con historia: nos explica sus orígenes, ya que antes de hacerse conocida en televisión había tenido una carrera de mucho éxito como modelo. De hecho, empezó con 11 años, la edad que tenía en esta fotografía. "Así llegué a la agencia con 11 años, a los dos meses ya estaba trabajando y al medio año, viajando por Europa. A mí la moda me ha regalado mucho aprendizaje y siempre estaré agradecida a ese camino que me hizo crecer. Gracias siempre a mi familia por bajarme los pies al suelo. ¿A quién me parezco más? ¿A Nuno o a Inés?". Comparen y juzguen ustedes mismos. Nosotros tenemos nuestro veredicto.
¿Necesitan más ayuda para completar el juego? Les ofreceremos otra instantánea de su niñez, esta incluso más antigua. Aquí Mireia quizás ni soñaba con nada de lo que se convirtió décadas más tarde: tenía bastantee con jugar y dejar volar su imaginación con cuentos e historias propias de los chiquillos. Pero vaya, volviendo al reto que nos ocupa: el veredicto es inequívoco. Sin querer menospreciar al pequeño de la casa, diríamos que ella y su hija Inés son una fotocopia. Y qué fotocopia, de las mejores. Los hijos siempre superan a los padres y las madres. Y que así sea.
Quizás la hemos perdido de vista televisivamente, pero nunca la olvidaremos. Ojalá que vuelva a tener una oportunidad, se lo merece. Hemos pasado ratos muy divertidos con ella, y la tele le debe una.