TardeAR no pasa por su mejor momento, el programa de Telecinco, ha apostado para rejuvenecer un poco a los colaboradores y así intentar realzar un poco las audiencias. Parece que este mes han mejorado en cifras, llegando al 11% pero sin destronar a su rival directa Sonsoles Ónega. Ups. El programa empezaba la semana presentando el nuevo fichaje estrella, el equipo directivo fichaba a Anabel Pantoja para una sección exclusiva de la influencer y sus viajes culturales, como los que hace en Instagram. Pero ya hace tiempo que la presentadora se quiere rodear de perfiles más frescos y jóvenes, al inicio de la temporada, entre la mesa de colaboradores, veíamos a Marina Rivers, una tiktoker de veintiún años y con 7,4 millones de seguidores al perfil. Heavy. La joven asiste al programa dos veces por semana, pero después de sus últimas palabras, quién sabe si volverá a aparecer.
Marina Rivers es una de las tiktokers más conocidas del panorama nacional, con don de palabra y las ideas bien claras. Lejos de ser una simple influencer, la chica estudia un doble grado d'Economía y Derecho, viaja para las marcas y además saca tiempo para asistir semanalmente al programa de Ana Rosa Quintana. Su fichaje llegaba de forma más bien contradictoria para el público, ya que, Rivers -así se hace llamar en la red- destaca por tener las ideas muy claras, y sobre todo una mentalidad muy abierta, así lo definía ella cuándo anunció su fichaje: "Puedo aportar una visión más joven, más alternativa, más openmind" Vaya, todo lo que le falta a la ideología de la presentadora. Está claro que los dos pensamientos no pueden congeniar demasiado, sin embargo, parece que, de momento, la influencer no la ha irritado lo suficiente. Es más, Rivers ha confirmado que tienen buena relación, tanta que le recuerda a su abuela. Sí, lo habéis escuchado bien.
Además de colaboradora, Marina Rivers destaca sobre todo por su renombre en la red, ahora la joven estrenará pódcast y asistía a La Resistencia para promocionarlo. David Broncano daba un repaso sobre la larga trayectoria de la chica y se quedaba atónito al preguntarle por Ana Rosa Quintana. "Es un icono, es la primera influencer, a mí me paran las señoras mayores y me dicen: soy superfan de Ana Rosa, díselo. Tiene un montón de fans" Bien, no negábamos su repercusión, pero dentro de su discurso favorable hacia la presentadora, la influencer mete la pata de pleno: "Me pregunta qué tal, si he comido bien, es como una abuela ¿sabes?" El público, el presentador y los colaboradores se metían las manos en la cabeza y empezaban a reventar de la risa. "Esto le va a gustar muchísimo.." decía Ricardo Castilla. Razón no le falta, la presentadora, aparte de ser una veterana de la televisión, ya tiene edad para retirarse.
Las palabras de la joven no ha dejado indiferente a nadie. Los espectadores y seguidores, se siguen lamentando por su participación en el programa. Las ideologías de cada una no encajan, y eso nos hace pensar que Marina Rivers igual no sabe quién tiene al lado. Los usuarios la califican de inocente, e incluso la han metido en el saco de la presentadora, llamándola fascista. Seguramente y después de ver toda la extensa trayectoria de la joven, participar en un programa de televisión con el nombre de Ana Rosa, era una oportunidad de oro para aumentar su imperio de seguidores. Así funciona el negocio.
La colaboradora está más cómoda que nunca al formato televisivo, incluso ha confesado que le gustaría tomarle el relevo a la presentadora, a ver si le deja la butaca después de decirle abuela delante de todo el mundo.