Todos la conocimos en la academia musical más famosa de la televisión y con tan solo 18 años, Aitana se apoderó de la bendición de una segunda posición que la ha hecho triunfar en el panorama musical, convirtiéndose en la pop girl del momento. Ya hace casi siete años de Operación Triunfo 2017, y hay quienes todavía no superan que la inocencia y tiernos de aquella adolescente de Sant Climent de Llobregat se haya convertido en la madurez y elegancia con la cual lidera el escenario. Desde que salía del programa de televisión lo hemos visto crecer profesionalmente y también emocionalmente, desde sus rupturas hasta sus nueve romances, Aitana ya no es una niña, ni a su tiempo libre, ni mucho menos cuando sube al escenario.

Spoiler fue su primer disco oficial, un par de años más tarde publicaba 11 Razones, un segundo álbum igual de exitoso, y ahora, hace casi un año, empezaba Alpha, su disco más polémico. En este tercer proyecto, Aitana cambiaba totalmente su registro musical con un ritmo más electrónico, unas letras más sensuales y, sin duda, lo que más impactó, unas coreografías imposibles que se alejan del Teléfono que conocíamos al principio. Arrancaba el tour en Valencia, donde sembraba el escándalo después de cantar por primera vez miamor, la canción que colabora con Rels B y que acompaña con unos movimientos sensuales que hasta ahora nunca se habían relacionado con su imagen. Para muchos, se trata de una coreografía no apta para niños, y casi un año más tarde, aún sigue el jaleo cada vez que se estira en el suelo a hacer sus movimientos pelvianos.

 

El Alpha Tour de verano ha pasado por varios festivales internacionales, y el último de estos ha sido el clásico Starlite Marbella, donde la cantante catalana actúa casi anualmente. Este año tenía ni más ni menos que tres fechas exclusivas para su show, y ayer, 30 de julio, fue la última de estas. Sin duda, fue una de las más especiales, ya que se trata del penúltimo concierto antes del Santiago Bernabéu, además, justo ayer recibió la especial visita de Lamine Yamal. Pero el concierto destacó por un momento de lo más incómodo, y así lo ha relatado uno de los asistentes vía Twitter: "Hacía tiempo que no compartía un concierto suyo con tantas niñas con sus padres y la correspondiente Nancy. Entiendo que el formato del Starlite se presta al plan familiar, pero entonces llegó la actuación de miamor…Mientras yo gritaba “dale, reina”, los padres ponían caras de ‘what happen’ y ‘ay, mi niña que no vea esto’" 

De nuevo, se sembraba la absurda polémica sobre el baile. Fue entonces cuando Aitana reaccionó de la siguiente forma:"Terminó el famoso baile (Aitana sirvió otra vez c*ño) y, de repente, me sentí incómodo. Pocos aplausos, miradas perdidas, un “silencio” tenso… Creo que ella fue plenamente consciente de lo que pasaba porque cuando terminó la canción y la cámara la enfocó su cara fue de “esto es lo que hay, misamores” el usuario relata el momento incómodo entre espectador y artista y recalca sobre todo la actitud de Aitana, dejando bien claro que "no es un Cantajuegos" por mucho que haya niños y familias mirando.

Aitana ya no es la joven que entraba en Operación Triunfo, y ahora, después de toda una gira con este nuevo show totalmente diferente, ha decidido alargar su versión del baile más polémico para dejar bien claro que ya no es una niña pequeña.