Una de las mejores cosas que existen en el mundo son los amigos. Aquellos que sabes que siempre están ahí. Con los que ríes, lloras y te lo cuentas todo. Y ahora nos hemos emocionado oyendo a dos amigas íntimas muy especiales. Una de las mejores pensadas que tuvieron en Catalunya Ràdio fue volver a contar con la gran Mònica Terribas para los micrófonos de la emisora pública. La idea fue de Roger Escapa, que ha conseguido que la querida periodista esté en su programa de fin de semanas una vez al mes, compaginándolo con sus intervenciones en RAC1 con su amigo Jordi Basté. Mònica habló, por ejemplo, en su estreno, de su historia de amor emocionante con su marido Sergi Cutillas. Y este pasado fin de semana ha hablado de otro tipo de amor, el amor incondicional y recíproco que se tiene con otra persona, la actriz Montse Guallar, su amiga.
La inolvidable 'Dolors' de Secrets de família, 'Montse' en El cor de la ciutat o 'Empar', última novia de Eduard Montsolís en Nissaga. L'herència. La presentadora de los míticos Amor a primera vista y Lluna de mel. Y la espléndida actriz a quién ahora podemos ver y disfrutar en la obra The Party en el teatro Poliorama, tuvo hace treinta años un amor a primera vista en términos de amistad con Mònica Terribas que todavía dura, como han demostrado las dos delante de los micrófonos. Casi tres décadas de amistad que nació en una cocina: "Yo era parte del equipo del 'Persones humanes' y yo documentaba las entrevistas. Ella era la superstar de 'Secrets de família' y Miquel (Calçada) la quiso entrevistar. Fui a casa de Montse para prepararla y la conocí". "Fue amor a primera vista", añade Montse. "Tengo aquello grabado como si fuera ayer. En la cocina, no sé si tomamos un té o un café". "En aquel momento me encontré a una mujer igual de frágil, vulnerable y sincera como yo, y conectamos. Y hasta hoy", dice Terribas.
Siempre se han apoyado y apoyo, "hemos tenido momentos profesionales de altibajos, nos hemos ayudado cuando a una le ha ido bien, o cuando la otra ha sufrido, nos hemos encontrado en todas las visicitudes de la vida", dice Mònica. "Es maravilloso, nos conocimos que no teníamos ni pareja", añade Montse. "En aquel momento justo empezamos a tener las parejas que hoy tenemos, y tanto Arnau, el hijo de Montse, como el mío, Marc, nacieron, crecieron, compartieron, Ramon y Sergi forman parte del pack... La sensación de que siempre estás y que eso no fallará nunca". Juntas han hablado de su amistad, de hacerse mayor, de los hijos, de prioridades, de sus respectivas profesiones, cuando han estado en el foco y en primera línea mediática o cuando han estado en un segundo plano o de la presión estética que desgraciadamente inflinge la sociedad a muchas mujeres. Dice Terribas: "Yo ha habido épocas que he estado redonda y venía a casa ella y me decía: 'estoy fatal'. Y yo: ¡'Montse, por favor!!'". Dice Guallar: "Yo es que siempre he sido un poco insegura", asume con sinceridad la actriz. Han seguido recordando momentos del pasado, por ejemplo, del programa que la catapultó al estrellato.
"Cuando lo estábamos haciendo (Amor a primera vista) no éramos conscientes. De hecho, después del primer programa llegué a casa llorando porque la gente me decía tantas cosas por la calle que pensé que no lo aguantaría. Con los años ha cogido mucho valor pensar que la gente todavía se acuerda", reconoce Guallar. "Era el Tinder de la época", apunta su amiga. Interviene Escapa para apuntar que "cuando os conocisteis, Mònica era muy joven, una guionista sin proyección pública todavía, y Montse ya estaba en lo alto de todo. Vuestras carreras han ido oscilando a nivel de popularidad... ¿habéis sentido envidia alguna vez la una de la otra?". Ellas lo tienen claro: ¡"Ay, no! ¡Por favor! ¡En absoluto! ¡Para nada! Ella ha sufrido mucho cuando lo he pasado mal, sobre todo en época de la dirección de la tele", dice Terribas. ¡"Ella ha hecho cosas que yo le decía que no hiciera, no me ha hecho nunca caso, le decía 'No lo cojas'!", dice Guallar. "Hemos sobrevivido a todo".
Lo más curioso que han revelado de su amistad de 30 años ha sido cuando Mònica ha confesado que "le regalé un koala. A Montse es un animal que le gusta mucho, es una enferma de los koalas". "Pero no he abrazado ninguno nunca", lamenta Montse. Mònica sigue: "Y cuándo estaba haciendo investigación para el 'Afers exteriors', en la primera temporada, con el Mikimoto, fui a Nueva Zelanda y a Australia y me hice unas fotos con unos koalas y pensé 'ahora Montse tendría mucha rabia'", dice socarrona y con cariño. Aparte, de las fotos, sin embargo, Mònica le regaló años atrás un koala de peluche que emocionó a su amiga. Pero desde En Blau propongo que ya que son amigas desde hace 30 años, para celebrar esta fecha redonda y su amistad, cojan un avión y se vayan las dos hacia Australia y así Montse podrá abrazar alguno.
Quizás Montse no ha abrazado nunca a un koala, pero siempre podrá abrazarse, como lo han hecho toda la vida, con su amiga del alma. Montse y Mònica, maravillosas. Orgullo de amigas.