Òscar Cornejo, el catalán copropietario de la productora 'La Fábrica de la Tele', exprime a fondo sus apuestas. Una de ellas se está haciendo un hartón en 'Sálvame' con el estallido de la guerra Isabel Pantoja-Kiko Rivera: la abogada Montse Suárez, que parece una protagonista más del culebrón. Omnipresente durante estas semanas, cualquier espectador podría pensar que no quedan más letrados en el estado español. Su estilo directo, afectado y agresivo lleva el show en la sangre, como ha demostrado más de una vez en el 'Todo es mentira' de Risto Mejide, peleándose contra tótems ultras como Eduardo Inda. Suárez, sin embargo, no está tan alejada de este ecosistema: se hizo famosa por ser la abogada del sindicato de extrema derecha Manos Limpias y ha salido en todos el medios fachas.
Montse es como una metralleta jurídica. No podemos determinar, eso sí, que tenga éxito en los tribunales, pero en los platós deja huella. Dibuja escenarios apocalípticos con maestría, no evita el enfrentamiento directo y hace la pelota a los 'jefes' cuando toca. Eso tiene premio en el circo mediático, a pesar de que también un coste personal importante. La llaman tanto que su imagen se está resintiendo. Coqueta y exmodelo de pasarela, los esfuerzos la están estropeando. Dice que no le gustan los retoques estéticos, pero con el 'carrerón' que lleva en Mediaset que a nadie le extrañe si le ven pedir consejo a Kiko Matamoros.
La mala leche, que gasta y mucha, paso factura.