Michael Jackson es una de las estrellas que más se recuerdan en el mundo del pop y de la música. A día de hoy sus canciones todavía se escuchan y nadie ha conseguido quitarle el puesto a Michael Jackson como el Rey del Pop, un título que se lo ganó bajo sus propios méritos y logros. De hecho, el cantante tiene el disco más vendido en la historia, su disco “Thriller”, algo que es increíble teniendo en cuenta que varios álbumes del cantante tenían el potencial para tener ventas sin precedentes.
Sin embargo, dejando de lado su éxito, la realidad es que Michael Jackson fue un artista que pasó por muchas polémicas en su vida. Se podría decir que era un artista con un éxito increíble, pero un ser humano con una vida triste. Es aquí en donde entra su cambio de apariencia, cambio que fue producido por sus inseguridades y problemas personales.
Aunque muchos intentan tirarle tierra al asunto comentando que Michael Jackson quería “ser blanco” por el deseo de querer parecerse a una estrella, lo cierto es que esto no tiene nada de verdad. El cantante quiso cambiar su apariencia enteramente por sus inseguridades y traumas de su infancia.
A diferencia de otros niños, Michael Jackson no tuvo una infancia normal
Desde muy pequeño MJ tuvo que someterse a la vida de una estrella al lado de sus hermanos en The Jackson 5, donde el manager de dicho grupo era el padre de los hermanos, Joseph Jackson. Este hombre creó una estrella, pero le arrebató su infancia a Michael Jackson.
Este tenía que pasar largas horas al día practicando baile y canto junto a sus hermanos, todo esto sin fallar para no soportar las duras reprimendas de su padre, el cual era capaz de golpearles con todo lo que tenía, aunque también utilizaba abuso verbal para incitarlos a que todo les saliera bien. Aquí empezaron las inseguridades de Michael Jackson, ya que su padre siempre le decía que no era apuesto ni nada por el estilo, algo que hizo que este creciera con estas inseguridades, las cuales conservó hasta cuando se convirtió en el Rey del Pop.
Fueron estas inseguridades las que le empujaron a empezar haciéndose varios retoques estéticos, aunque después llevó todo al siguiente nivel cambiando el tono de su piel y hasta la forma de su cara. Esto en parte lo hacía por las inseguridades que tenía, ya que siempre tuvo en mente las palabras de su padre pensando que este no era apuesto. Sin embargo, al mismo tiempo, Michael Jackson no quería parecerse a su padre, no soportaba la idea de ser como él, y esto iba en todos los sentidos, por lo que decidió cambiar su aspecto de forma radical teniendo estos dos motivadores.
Sin embargo, el hijo mayor del cantante ha querido borrar esta parte de la historia indicando que Michael Jackson quería “brillar” como una estrella y que por ello decidió aclarar su tono de piel, pero esto no puede ser más que otro intento de darle un enfoque distinto y más bonito a una historia que no es del todo agradable.