Kiko Rivera, conocido por su faceta como DJ y personalidad mediática, también tuvo un breve paso por el mundo del fútbol, específicamente en las categorías inferiores del Real Madrid. Sin embargo, su aventura en el club blanco no duró mucho tiempo, y las razones detrás de su salida han sido objeto de conversación y especulación. Desde su nacimiento, Kiko Rivera ha sido una de las figuras más conocidas de la prensa rosa española, pero ¿qué relación tuvo con el Real Madrid?
Pues, para empezar, la presencia de sus padres en el mundo del espectáculo le consiguió oportunidades que a otros se les hace inimaginables. Desde temprana edad apareció en los periódicos y sus controvertidas revelaciones sacudieron los diarios y revistas. Sobre todo, su carrera está marcada por la etapa en la que decidió cortar relación con la tonadillera para convertirse en colaborador en distintos espacios televisivos y participar en ciertos ‘realities’.
Como decíamos, hay algo más allá de su dedicación a la música, los medios y las redes sociales: es un fanático de los deportes. En especial, del fútbol. Entre las actividades que realiza en la actualidad está hacer ‘stream’ a través de Twitch, donde le da rienda suelta a su pasión por los videojuegos de fútbol. Lo que no todos conocen es su pasado con el club merengue. Te contamos.
Kiko Rivera no tenía lo que hacía falta para continuar en el Real Madrid
El hijo del diestro formó parte de la cantera de los merengues y en su adolescencia se preveía un futuro en el equipo. Según declaró él mismo en una entrevista con el exfutbolista Joaquín, llegó a permanecer durante tres años y lo sentía como un privilegio. No obstante, fue apartado por su falta de compromiso académico. “Me echaron porque no estudiaba. Y entonces me obligaban a que aprobase todas las asignaturas. Y lo entiendo, porque nunca sabes si un chaval va a llegar a la élite o no”, explicó Rivera.
En el entorno del fútbol juvenil, no solo se valora el talento en el campo, sino que la dedicación y el esfuerzo en los estudios son indispensables. En ese sentido, el andaluz no cumplió con las expectativas que el club tenía para sus jóvenes promesas. La formación integral de un futbolista incluye el desarrollo de habilidades deportivas y una educación sólida que les prepare para el futuro, tanto dentro como fuera del deporte.
La decisión de prescindir del DJ fue, por tanto, una medida que buscaba mantener los estándares del club y asegurar que todos sus jugadores estuvieran alineados con los valores que promueve. Y, a pesar de su salida, Kiko ha sabido encontrar su camino en otras áreas, convirtiéndose en una figura reconocida en el mundo del entretenimiento. Kiko Rivera, al igual que otros jóvenes que pretendían ingresar a la industria del deporte, aprendieron que puede ser un sueño para muchos, pero la disciplina y el compromiso son fundamentales para alcanzar el éxito. Ya sea para trascender en el Real Madrid o en cualquier otro equipo de fútbol, el talento no basta.