El Real Madrid está a 5 puntos del Barça. Los de Ancelotti empiezan a ver de lejos a los de Xavi Hernández después de la jornada de Liga de este fin de semana, donde el conjunto azulgrana ganó al Girona por 0 a 1, a pesar de la rabia indecente de Juanma Rodríguez, de El Chiringuito, castellanizando al conjunto catalán denominándolo Gerona, y su equipo, los blancos, no fueron capaces de ganar a la Real Sociedad en el Bernabéu, pudiendo sacar solo un empate a 0. Pero a pesar de la evidente diferencia, desde Madrid solo se oye las últimas horas el mismo mantra que criticaban cuando los culés lo decíamos: que jugaron de fábula, que qué orgullo jugar tan bien a pesar de no haber ganado y que el Barça no juega a nada y gana por un pírrico gol y gracias. Dos piedras. Y a 5.
El partido que cerraba la jornada dominical fue precisamente el de los madrileños y vascos. Un partido que se emitió por Movistar+, con la habitual narración de Carlos Martínez y compañía. Una retransmisión, como siempre, que indignó a muchos usuarios de la plataforma que alucinan con el partidismo que supura siempre su narración. Especialmente, por una jugada clave, cuando quedaba un cuarto de hora para el fin del partido. Un jugador de la Real iba a sacar de banda y el lateral del Madrid Nacho lo impide con las manos, de manera descarada. Una tarjeta amarilla como una catedral. Una tarjeta amarilla que el árbitro no enseñó y que hubiera supuesto la segunda para el jugador merengue y consecuentemente, la expulsión. Pero claro está: jugar con un hombre menos el último cuarto de hora, contra el peligroso equipos donostiarra y con 0 a 0 en el marcador, no se podía permitir. Así lo analizaban en el programa resumen posterior al partido, en la misma cadena:
La jugada no ofrecía dudas. Pero en el transcurso del partido, los comentaristas se detuvieron poco y nada. Y algún espectador se ha quejado, con razón:
Este usuario destaca con razón la buena tarea periodística de la reportera de pie de campo, Isabel Forner, una vez acabado el partido. Forner, excelente profesional, como lleva demostrando toda su vida, hizo lo que tocaba: preguntarle directamente al jugador del Madrid por una jugada clarísima, flagrante, pero Nacho empezó a tocar el violín y hacerse el despistado, diciendo que si no sabía si era banda a favor de ellos y milongas de este estilo. Forner, ole por ella, impecable. Pero se ve que a muchos madridistas hiperventilados les ha molestado. Pues que se fastidien. Si no les gusta escuchar las verdades, peor para ellos. Lo que ya no es de recibo son los indecentes ataques que ha recibido la periodista por hacer (bien) de periodista.
Ha sido verla, o mejor dicho, oírla, y empezar a recibir insultos lamentables por parte de aficionados madridistas desbarrando y faltando al respeto. Lamentable:
Ataques e insultos miserables. Pero cómo decían en El Quijote, ladran, luego cabalgamos. Todo el apoyo del mundo hacia la reportera y que Forner siga haciendo tan bien el trabajo que hace. Este es el famoso señorío del Madrid. Y esta es la maravillosa Isabel Forner.