El cine acaba de decir adiós a una de sus musas, la italiana Gina Lollobrigida, fallecida con 96 años. Quizás no triunfó de forma abrumadora en la meca del séptimo arte, en Hollywood, pero su rivalidad con Sofia Loren y su belleza hicieron de ella un auténtico mito y una estrella del cine europeo. Descanse en paz. Sus seguidores y los cinéfilos empedernidos la recordarán siempre. Pero también los fisgones: sus relaciones amorosas acabaron en escándalo mayúsculo. Concretamente una de ellas, y que en Catalunya nos toca de cerca. Hablamos de su polémico matrimonio con el empresario Javier Rigau (62 años). Una leyenda del cuore.
Del romance Lollobrigida-Rigau se han escrito muchas páginas y ocupado miles de horas de televisión. Javier explicó que su primer contacto fue cuando él tenía 15 años, siendo un adolescente. La diferencia de edad entre ambos era importante, más de 30 años. En todo caso, otra versión dice que se conocieron en Mónaco 8 años después, donde surgió la chispa del amor. Sin embargo no fue hasta tres décadas más tarde que no se casarían. El enlace, peculiar: se realizó por poderes, no presencial. Cosa de despachos. Tiempo después la italiana denunciaría que había sido engañada, y que su marido solo buscaba heredar su patrimonio. La justicia, sin embargo, dio la razón al catalán: Gina había firmado los papeles. Javier los tiene colgados en su web. Sin embargo, el Vaticano le otorgó una especie de divorcio católico, que no una nulidad. Empate técnico.
Javier Rigau y Gina Lollobrigida, una relación y un matrimonio rodeado de polémica
La batalla entre ellos se ha mantenido durante muchos años, aunque los detalles son tan peculiares como la propia historia. El matrimonio se hizo efectivo en régimen de separación de bienes y con capitulaciones que garantizaban que no habría sucesión patrimonial entre los cónyugues. Rigau declaró que esta medida se tomó para proteger su nivel adquisitivo: su patrimonio "pericialmente cuadriplica al de mi mujer", dijo. "Mi mujer", sí: Xavier siempre ha mantenido que aquella boda continuaba vigente desde el punto de vista legal. Además, según algunas fuentes, aunque Gina disfrutaba de una salud económica sin fisuras, "antes tenía buenas joyas, pero las subastó en 2013".
El conflicto los ha acompañado hasta los últimos días de la estrella de cine italiana
El último conflicto entre los contrayentes tuvo lugar el año pasado: en 2022 Lollobrigida sorprendía al mundo con su intención de presentarse al Senado italiano con 95 años. La idea era formar un partido antisistema y revolucionario, alejado de campañas electorales tradicionales pero utilizando el reclamo de la musa cinematográfica, muy amada en Italia. Rigau desmontó aquella historia explicando que Gina estaba incapacitada por su fragilidad mental, y que era una quimera. Mejor dicho: era el ardid de Andrea Piazzolla, un joven miembro de su servicio personal, y que Xavier señala como el causante de la ruptura con su familia. Andrea lo habría apartado de sus hijos y la estaría utilizando para quedarse con parte su fortuna, expoliándola. El guion de la película, brutal. Digno de una gran estrella.
Con la desaparición de Gina, se apaga también esta historia tan particular. O no. Nunca se sabe.