El mundo del humor está de duelo. Ha muerto Juan Joya, más conocido como 'El Risitas', a los 65 años. El sevillano ha fallecido en el hospital Virgen del Rocío de la capital andaluza, donde lo trasladaron desde otro centro hospitalario en el que residía, el de la Caridad. Joya vivía en esta institución benéfica, refugio y clínica para personas mayores, sin recursos o familia, desde que le amputaron una pierna debido a los problemas cardiovasculares que sufría desde hacía años, y que es la patología que ha acabado finalmente con su vida. Una vida modesta dedicada a la interpretación y a gacer reir, y en la que saboreó la fama gracias a su personaje, su carcajada típica y frases como "cuñaooooo", que forman parte del imaginario colectivo. La década del 2000 fue la más conocida: los programas de Jesús Quintero, como 'El vagamundo' y 'Ratones coloraos' (con su inseparable compañero 'El Peíto'), así como sus intervenciones en el 'Crónicas Marcianas' de Xavier Sardà. Un Sardà al que acusó, junto con Javier Cárdenas, de no haberle pagado y de "dejarme tirado".
La desaparición de Joya ha sido una noticia muy comentada en las redes sociales, ya que dejó huella en unas cuantas generaciones. Todos recuerdan con afecto sus gracietas, el show y aquel tono de voz inconfundible. No sólo lo despiden los fans anónimos; también directores de cine y humoristas que han trabajado con él. Uno de ellos, seguramente el más importante, es Santiago Segura. El de Carabanchel lo fichó para formar parte del elenco de personajes hilarantes y extremos de 'Torrente 3'. Aquella experiencia dejó un gran recuerdo en el director, que califica su muerte como una "tristísima noticia". La sintonía entre ambos se puede ver en el making of de aquella película o en entrevistas de televisión. Segura siempre lo recordara como un "tipo entrañable".
Como curiosidad y para entender la conexión de El Risitas' con el público, su muerte ha sido llorada no sólo en el estado español: también en Francia, China, los Estados Unidos o incluso Finlandia, países donde lo vieron actuar y protagonizó campañas publicitarias. Hay un tipo de humor para el que no hay que saber idiomas. Y él, en esto, era un maestro.