Se llamaba Klaus Teuber, pero seguro que muchos no lo conocen por su nombre, aunque era un referente para los entendidos en la materia. Ahora bien, si les decimos que fue el creador de un juego que se llama 'Los colonos de Catan' (en alemán Die Siedler von Catan), 'Los descubridores de Catan', o simplemente 'Catan', seguro que todos sabrán de qué hablo. Del juego de mesa que hoy en día está en todos los hogares. Como antiguamente pasaba con el parchís o el Trivial. El juego que consiste en ir construyendo pueblos, ciudades y caminos sobre un mostrador, recolectando elementos como la madera, los minerales, el trigo, la piedra, arcilla y lana para ir expandiendo tus dominios. Un juego que tiene una parte de azar, con dados, y que la clave es la gestión de los recursos y la negociación con otros jugadores de la mesa. Un juego que marcó un antes y un después en el tema de los juegos de mesa, con muchos sucedáneos surgidos desde entonces que trataron de imitarlo. Un juego (y unos jugadores), que hoy están de luto porque se acaba de saber de la muerte de Teuber a los 70 años.
El genio que había detrás del Catan era Teuber, que desgraciadamente, acaba de morir, tal como ha informado una distribuidora y editora de juegos de mesa: "El mundo lúdico está de luto. Nos ha dejado Klaus Teuber, el autor de Catan, obra que marcó el inicio de la época del juego de mesa moderno, tal y como lo conocemos hoy en día. Desde Devir queremos mandar un abrazo y muchos ánimos a su familia y amigos. Gracias por tanto, Klaus".
El mundo lúdico está de luto.
— Devir Iberia (@DevirIberia) April 4, 2023
Nos ha dejado Klaus Teuber, el autor de Catan, obra que marcó el inicio de la época del juego de mesa moderno, tal y como lo conocemos hoy en día.
Desde Devir queremos mandar un abrazo y muchos ánimos a su familia y amigos. Gracias por tanto, Klaus. pic.twitter.com/w2LQnhE6Sf
¿De dónde nació la idea de crear un juego como este? De la fascinación que desde bien pequeño sentía por los vikingos, que lo llevó a estudiar su civilización, su voluntad de hacerse al mar, y descubrir y conquistar nuevas tierras. Catan podría ser una isla descubierta por exploradores vikingos. Después de la idea inicial no paró de pulirlo, "eliminando reglas que lo complicaban en exceso, hasta dejarlo en el juego que conocemos, de reglas modélicas tanto por el contenido, accesibles y claras, como por su presentación casi tutorial", tal como describen en la mencionada distribuidora de juegos. "Es extraño, y admirable, para un juego en que conviven diferentes estrategias para ganar que se explique en menos de diez minutos".
El Catán, que tiene todo el mundo, incluso, con las diferentes extensiones que han ido surgiendo, es el primer juego de mesa alemán que ha llegado a ser un éxito descomunal en todo el planeta, siendo traducido en infinidad de países e idiomas como el catalán, el checo, el danés, el español, el francés, el griego, el inglés, el japonés, el portugués, el ruso, el sueco o el euskera. Teuber ganó importantes premios con su popular creación, que le proporcionaron enormes beneficios económicos en su carrera, treinta millones de ejemplares vendidos desde su primera publicación en el año 1995. Aparte del más famoso, también creó otros juegos como Barbarossa (1998), Adel Verpflichtet (1990) y Drunter und Drüber (1991). Antes del juego que lo elevó a la fama, había sido protésico dental, para pasar a convertirse a tiempo completo en diseñador de juegos, allá por 1999. Desde el 2007 vivía en Darmstadt con su mujer Claudia y tenían dos hijos, Guido y Benny. Descanse en paz. Y estos días de fiestas por Semana Santa, se merecería que todo el mundo, si tienen un rato con amigos o la familia, jugaran una partida de Catán en su honor.