Ser antitaurino no significa alegrarse por la desgracia ajena. Por lo tanto, lamentamos la muerte del torero Jaime Ostos, que ha fallecido a los 90 años víctima de un infarto en Bogotá. Fueron a pasar las fiestas de Navidad y Fin de Año a Colombia, concretamente a Cartagena de Indias. Le acompañaba su mujer, Mari Ángeles Grajal, y pronto tenían que volver a España. Ha muerto en la cama en el domicilio de una amiga de la pareja, donde hicieron una parada antes de coger el avión. Por lo que han explicado en el programa 'Viva la Vida' de Telecinco, se ha marchado sin sufrir: el infarto ha llegado cuando despertaba en el lecho y ha sido fulminante.
El torero de Écija, en Sevilla, hacía tiempo que sufría problemas de salud, aunque había superado un episodio muy grave en marzo de 2020 por una operación en la espalda y una infección hospitalaria, con el agravante de haberse contagiado del coronavirus. Además, su avanzada edad le había pasado factura: pesaba 40 kilos. A pesar de estos condicionantes la familia no esperaba este desenlace tan repentino y en estas circunstancias, disfrutando de un viaje de placer pero lejos de casa y de los suyos: por ejemplo, de su hijo Jacobo, un personaje polémico y que fue, durante una etapa de su vida, un verdadero VIP de Telecinco.
El matrimonio Ostos-Grajal era un tema recurrente de revistas y programas de televisión. Jaime protagonizó enfrentamientos muy violentos con Mila Ximénez, llenos de acusaciones gravísimas como el consumo y tráfico de drogas, aparte de descalificaciones personales groseras. Ostos era un volcán cuando le llevaban la contraria y siempre exhibió una vehemencia colosal. Un rasgo que ha heredado Jacobo, quien también se ha pegado un hartón de discutir y pelearse con los personajes que recorren Mediaset, además de participar en un 'Supervivientes'. Dejó el mundo de la tele y empezó una carrera muy diferente: los elementos principales, la noche, la música y los contenidos para adultos. A sus 38 años es disc-jockey, organizador de fiestas (algunas ilegales y muy lucrativas en el sótano de casa de sus padres en plena pandemia) y tiene un canal de Only Fans. Jacobo, devastado, lamenta no haberlos acompañado en su viaje por haberse quedado a Madrid atendiendo sus compromisos laborales. "Lamento no haber estado allí. Decidi quedarme aquí y ahora me arrepiento. Mí último abrazo fue hace 10 días cuando le dejé en el aeropuerto. Me han despertado con la noticia hace dos horas, pensaba que estaba soñando. No voy a poder abrazarle ni besarle nunca más".
Una de las últimas imágenes públicas de Ostos y su hijo Jacobo (también tiene una hermana, Gabriela) se produjo el pasado mes de noviembre, cuando asistieron a una fiesta de una peña taurina en Madrid. Un acontecimiento famoso por la presencia de la Infanta Elena y de líderes de VOX como Santiago Abascal y Rocío Monasterio, y en la que la hija de Juan Carlos I envió un mensaje en su nombre a sus colegas de aficiòn a la llamada "fiesta nacional", dando recuerdos a todos. Desde aquel día no volvimos a vérlos juntos.
Descanse en paz.