Hace pocos días se conoció la triste noticia de la muerte de Mari Carmen, la ventrílocua más popular de España. Su etapa dorada fueron los años 80, como todo el resto de artistas que se ganaban la vida haciendo hablar muñecos de trapo impostando la voz y abriendo poco los labios. En España solo José Luís Moreno la superaba en popularidad. En Catalunya había en ventrílocuo y mago Selvin que reveló alguna interioridad de Mari Carmen durante una entrevista con Albert Om en RAC1: "Últimamente estaba sola y no muy centrada. Había llevado al extremo la doble personalidad de los ventrílocuos". Un ventrílocuo catalán insinuando que todos los ventrílocuos están un poco locos por los esfuerzos titánicos de cada show, que siempre consiste el ventrílocuo, con su voz, manteniendo conversaciones con un muñeco cambiando la voz. Es para acabar tocado. En un primer momento se dijo que Mari Carmen, que ya tenía 80 años, sufrió una caída que le causó la muerte. Falso. Su hijo ha explicado la verdadera causa de la muerte enl programa de Susanna Griso.
Miguel Almanzor, hijo de la difunta Mari Carmen, explicaba que murió sola, en la calle delante de su casa en Tenerife, sin documentación:"Al parecer, no llevaba cartera ni móvil, llevaba solo las llaves. Igual iba a ver a algún vecino o al coche a coger algo". La causa de la muerte no fue una caída accidental sino un ataque cardiaco."Parece ser que tuvo un infarto y de ahí vino la caída, pero no fue por las escaleras ni nada de eso. Fue en la puerta de su casa, fuera, justo en la acera. Le dio un infarto y se perdió, solita. Tenía las cositas típicas de su edad, el azúcar, fumaba, aunque a mí no me gustaba que lo hiciera.". Esta es la casa de la artista, nacida en Cuenca, donde vivía desde hacía años, en el municipio de Puerto de la Cruz, en la isla de Tenerife:
Un infarto de una mujer octogenaria que fumaba. Ya no tenía que cuidarse la voz, hace años que no hacía ningún show. Los recuerdos de Mari Carmen siempre son en galas de TVE de hace 30-40 años con sus cuatro muñecos: doña Rogelia, el pato Nícol, la niña Daisy y el león Rodolfo. La más popular siempre fue la anciana Rogelia, una abuela de pueblo cargada de razones y mal genio. Su colega Selvin reveló más intimidades de la difunta, como que era bastante mala haciendo de ventrílocua. No cerraba los labios para disimular que cuando hablaba el muñeco quien hablaba era ella: "pasaba mucho de la técnica de no mover los labios" pero era buena "dando mucha vida a los muñecos".
Mari Carmen, añade Selvin, era diferente de los ventrílocuos clásicos, que "no movían nada los labios", pero se tiene que tener en cuenta que "hacían unas actuaciones de 10 o 12 minutos", y además "no hacían las consonantes explosivas, para no mover los labios. En lugar de Pepito, decían Tetito". Recuerda que la difunta tuvo un mal final de su larga carrera sin saber terminar a tiempo: "Ha hecho algún programa a Telecinco donde le han hecho sacar la muñeca y ya no estaba en las mejores condiciones ni era la mejor manera de despedirse". Una persona muy popular de la época donde un muñeco de trapo era suficiente para distraer al personal. Es una profesión que como ella, ha muerto.